‘Adoration’, el primer amor

Sitges 2019 Día 4 / Película 12

Adoration

El primer amor

por Àlex Caballero

Después de firmar dos de sus productos más convencionales en el campo del thriller de acción con Colt 45 (2014) y Message From The King (2016), ambas nada despreciables dentro de su excelente filmografía, el cineasta belga Fabrice du Welz vuelve a las andadas con Adoration, una historia de amor enfermizo, desequilibrado y sumiso en la que dos jóvenes enamorados tratan de salir adelante obviando el problema psicológico en favor del amor que sienten el uno por el otro. 

Filmada nuevamente con ese estilo realista y casi documentalista de sus primeros filmes, aprovechando los espacios y la luz natural para ofrecer una visión sumamente veraz y cercana de la narrativa visual, resulta muy estimulante ver como Fabrice du Welz explota sobremanera los bosques, lagos y animales utilizándolos dentro de la historia como parte fundamental del desarrollo de los personajes, algo a lo que ya nos tenía acostumbrados pero que aquí todavía supone un paso más allá dentro de esa estética funcional. 

La enfermedad mental, un personaje más

Tratando de forma directa y emocional el problema de la enfermedad mental en el principio de la adolescencia, los personajes protagonistas de la película cuentan con tan solo 12 años de edad, Paul es un chico al que le gusta disfrutar de la naturaleza, se emociona con la vida, está dotado de la magia de la inocencia, plagado de buenas intenciones y con una capacidad para ayudar y amar completamente en erupción. 

Gloria es una chica a la que la madre de Paul asiste en un psiquiátrico ubicado en el bosque donde viven. Ella sufre de una acusada paranoia que aflora únicamente en situaciones y momentos muy concretos.

Pero cuando ambos se conocen, todo lo demás dará igual, huirán, reirán, vivirán y disfrutarán juntos para siempre jamás.

Esa es la promesa que se hacen y harán todo lo posible para cumplirla. Juntos descubrirán el amor, el sexo, la complicidad, la necesidad, la comprensión y la vida de la manera más cruda y salvaje posible. 

Una historia de amor

Es curioso como du Welz preconfigura toda la historia de amor preadolescente abocada a la desgracia a través de la relación de Paul con un pájaro enfermo que ha caído del nido y al que él mismo trata de ayudar a superar sus problemas con mucho mimo y empeño durante el primer tercio de la película.

Preciosa en su concepción visual y explícita en su exposición de la enfermedad, me ha parecido una maravilla de muchos kilates comprobar cómo dos actores tan jóvenes han sido capaces de ponerse en la piel de dos personajes tan complejos como Paul Gloria.

Los referentes a su propia filmografía son más que evidentes, pero si tenemos que hablar de autoreferencias aquí la más clara es Alléluia (2014).

Puntuación 8