El cine español despide a una de sus grandes figuras. Marisa Paredes, actriz icónica de la filmografía de Pedro Almodóvar y referente de la interpretación en España, falleció por un fallo cardiaco a los 78 años.
Con una carrera llena de éxitos, fue presidenta de la Academia de Cine y recibió el Goya de Honor en 2018. Su inconfundible voz, grave y clara, queda para siempre grabada en la memoria del cine.
La musa de Almodóvar
Si hay un director con el que el nombre de Marisa Paredes quedará siempre ligado, ese es Pedro Almodóvar. Su relación artística dejó un legado inolvidable en la historia del cine español, con títulos icónicos como:
- “Tacones lejanos” (1991): Donde interpretó a la cantante Becky del Páramo, en un papel de fuerte carga emocional.
- “La flor de mi secreto” (1995): Una de sus actuaciones más recordadas, donde dio vida a Leo Macías, una escritora de novelas románticas en plena crisis personal.
- “Todo sobre mi madre” (1999): Película que ganó el Oscar a la Mejor Película Internacional, con Paredes interpretando a la actriz de teatro Huma Rojo, un papel esencial en la narrativa de la obra.
- “La piel que habito” (2011): Volvió a ponerse a las órdenes de Almodóvar en un papel más discreto, pero igualmente impactante.
- “Los abrazos rotos” (2009) y “Hable con ella” (2002): Aunque su participación fue más breve, su presencia dotó de elegancia y carácter a cada escena.
El vínculo entre ambos fue mucho más allá de la relación entre actriz y director. Almodóvar la convirtió en su musa, confiando en ella para encarnar personajes femeninos llenos de fuerza, vulnerabilidad y una presencia única en pantalla. Para muchos, Marisa Paredes fue el rostro de la mujer almodovariana por excelencia: fuerte, apasionada y profundamente humana.
Una trayectoria marcada por la excelencia
Marisa Paredes nació en Madrid en 1946, y su carrera como actriz comenzó en los escenarios teatrales, donde forjó su talento interpretativo. Pronto dio el salto al cine, convirtiéndose en una de las actrices más respetadas de su generación. Participó en más de 60 películas, colaborando con directores de renombre internacional como:
- Roberto Benigni en “La vida es bella” (1997), donde interpretó a una de las maestras de la escuela.
- Raúl Ruiz en “El amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín” (1986), una adaptación de la obra de García Lorca.
- Icíar Bollaín en “Flores de otro mundo” (1999).
El teatro también fue su refugio, donde mostró una versatilidad actoral que pocas intérpretes han alcanzado. Fue una de las grandes damas del teatro español, con interpretaciones brillantes en clásicos de autores como Federico García Lorca, Bertolt Brecht y William Shakespeare.
Su estilo interpretativo se caracterizó por la contención emocional y la capacidad de transmitir emociones con la mirada, la voz y la pausa. Su voz grave y penetrante se convirtió en una de sus señas de identidad, y la industria la reconoció por ello en numerosas ocasiones.
Presidenta de la Academia de Cine y Goya de Honor
El amor de Marisa Paredes por la interpretación no se limitó a los escenarios y los sets de rodaje. Su compromiso con la industria cinematográfica la llevó a asumir la presidencia de la Academia de Cine de España entre 2000 y 2003, un periodo clave para la defensa y promoción del cine español a nivel internacional.
Bajo su liderazgo, la Academia de Cine vivió una etapa de transformación, con una notable expansión de la visibilidad internacional del cine español. Su discurso reivindicativo y su lucha por la dignidad de los actores y actrices dejaron huella en la institución.
En 2018, la Academia le concedió el Goya de Honor en reconocimiento a toda su carrera. En su discurso, Paredes se mostró agradecida y emocionada, recordando la importancia de la lucha por la cultura y la defensa de la presencia femenina en el cine.
Un legado eterno en el cine español
La muerte de Marisa Paredes deja un vacío inmenso en la industria cinematográfica. Su rostro, su voz y sus personajes permanecerán para siempre en la memoria colectiva del cine español. Desde la cantante Becky del Páramo hasta la actriz de teatro Huma Rojo, pasando por la escritora Leo Macías, Marisa Paredes se convirtió en un símbolo de la fuerza de la mujer en el cine.
Los homenajes y mensajes de despedida no se han hecho esperar. Desde compañeros de profesión, directores, actores y críticos, todos coinciden en destacar su enorme talento y su humanidad fuera de la pantalla. Pedro Almodóvar, con quien trabajó en sus mejores años, ha declarado:
«Marisa fue, es y será una de las mujeres más importantes de mi vida. Su voz y su mirada seguirán resonando en mi memoria para siempre.»
El cine español pierde a una de sus grandes divas, pero su legado perdurará eternamente. Su paso por los escenarios y las pantallas fue una auténtica lección de vida, y su ejemplo quedará para futuras generaciones de actrices y actores.
Frases célebres de Marisa Paredes
Para recordar a la actriz, aquí algunas de sus frases más memorables:
“El cine me ha dado la libertad de ser otras personas y entender a la gente como nunca antes lo había hecho.”
“Ser actriz no es una profesión, es una forma de vivir la vida a través de otros.”
“El teatro me enseñó a escuchar, el cine a mirar y la vida a callar.”
Marisa Paredes ha dejado una huella imborrable en la historia del cine español. Su voz, su elegancia y su fuerza escénica quedarán para siempre en el recuerdo de los espectadores. Actriz, musa, presidenta de la Academia, ganadora del Goya de Honor y, sobre todo, una mujer comprometida con su tiempo.
Con su fallecimiento, se cierra una etapa dorada del cine español, pero su legado permanecerá vivo en cada proyección y en cada escenario. Su paso por la vida fue, sin duda, el de una auténtica estrella que no se apaga con su partida.
Descansa en paz, Marisa Paredes.
