Se han celebrado los Oscar, la gran fiesta del cine mundial, es decir de Hollywood, en la que, en teoría, se han premiado los trabajos con más calidad del pasado año. Pero esta decisión, a veces, no ha sido justa con algunos actores, de enorme calidad y que nunca han oído su nombre al final de la famosa frase.
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La 88 edición de los Premios Oscar de la Academia de Cine de Hollywood ha coincidido con la quinta vez que Leonardo DiCaprio era nominado para hacerse con la famosa estatuilla dorada. En las últimas semanas se ha estado realizando una intensa campaña a su favor y por fin la Academia ha decidido entregárselo. Pero mucho ha llovido desde que, en 1994, DiCaprio fuera nominado a mejor actor de reparto por ¿A quién ama Gilber Grape?, y elegido otra vez como uno de los mejores cinco actores principales del año por El Aviador (1995), Diamante de Sangre (2007) o El lobo de Wall Street (2014). Y aún así, no ha sido hasta este año con el papel protagonista de DiCaprio en El Renacido, dirigido por Alejandro González Iñárritu, cuando ha sido reconocido como el mejor actor del año 2015.
A pesar de que la continua nominación de DiCaprio ha sido motivo de muchos comentarios y debates en los últimos días, esta situación no es excepcional, ni exclusiva, del famoso actor.
Si hay alguien que podría sentirse muy ofendida con este esquivo premio es la actriz Glenn Close, nominada hasta en seis ocasiones. Mejor actriz de reparto por El mundo según Garp (1983), Mejor actriz de reparto por Reencuentro (1984), Mejor actriz de reparto por El mejor(1985), Mejor actriz por Atracción fatal (1988), Mejor actriz por Las amistades peligrosas (1989) y Mejor actriz por Albert Nobbs (2012) son las ocasiones en la que Glenn Close ha estado a punto de tocar el Oscar. Con varios Globos de Oro, Premios Emmy (televisión), Premios Tony (teatro) e incluso el Premio Donostia del Festival Internacional de San Sebastián no deja de ser curioso que el Oscar se le siga resistiendo.
Así que después de lo visto el caso de Amy Adams no debe de sorprender si tenemos en cuenta que a sus 41 años la actriz italo-americana ha sido nominada en cinco ocasiones. Mejor actriz de reparto por Junebug (2006), Mejor actriz de reparto por La duda (2009), Mejor actriz de reparto por The Fighter(2011), Mejor actriz de reparto por The Master(2013) y Mejor actriz por La gran apuesta americana (2014) son las credenciales de esta estupenda actriz. A este ritmo y con la edad de Glenn Close (68 años) puede haber sido nominada en cien ocasiones. Así que no hay que desesperarse que algún día será ;).
Hay veces que, en esto de la industria del cine, es difícil quitarse la etiqueta de actriz de poca solvencia y ese parece ser el caso de Annette Bening. La esposa del también conocido actor Warren Beatty ha sido nominada a los Oscar en cuatro ocasiones como Mejor actriz de reparto por Los timadores (1991), Mejor actriz por American Beauty (2000), Mejor actriz por Conociendo a Julia (2005) y Mejor actriz por Los chicos están bien (2011). E incluso con este currículum, cada vez es más difícil conseguir buenos papeles para actrices de cierta edad aunque, como en el caso de Annette Bening, sean una apuesta segura.
Además de DiCaprio también hay grandes actores que no se han visto premiados con la dichosa figurita, como el caso de Ed Harris. Con más de sesenta películas a sus espaldas los ojos azules más famosos, con el permiso de Paul Newman, ha sido nominado en cuatro ocasiones por Mejor actor de reparto por Apolo 13(1996), Mejor actor de reparto por El show de Truman (1999), Mejor actor por Pollock. La vida de un creador (2001) y Mejor actor de reparto por Las horas(2003).
Pero parece que algunos actores, por su tipo de cine más comercial, difícilmente serán reconocidos con este premio, que entregan los académicos de Hollywood, como es el caso de Harrison Ford (nominado en 1986 por Único Testigo en la categoría de mejor actor), John Travolta (con dos nominaciones por Fiebre del Sábado Noche en 1978 y Pulp Fiction en 1995) o Tom Cruise (con tres intentos fallados por Nacido el Cuatro de Julio en 1989, Jerry Maguire en 1997 y Magnolia en 2000). Ellos podrán llenar las salas de cine pero parecen no tener lo necesario para llevarse un Oscar a casa.
Claro que si tenemos en cuenta que actores de la talla de James Dean (1931-1955), Richard Burton (1925-1584), Orson Welles (1915-1985), Montgomery Clift (1920-1966) o Cary Grant (1904-1986) no vivieron para oír su nombre al final de la frasecita puede que estos actores, en vez de sentirse ninguneados, se sientan orgullosos de pertenecer a este exclusivo club de los ‘no premiados’.
