Latin Mafia: Desorden, caos y R&B

Para una banda tan joven y exitosa como Latin Mafia, formada por tres hermanos (dos cantantes y un productor), que con tan sólo un disco en el mercado (TODOS LOS DÍAS TODO EL DÍA, Rimas / 2024), una batería de singles propios, siendo Julieta (2021) y sobretodo Julietota (2023) los que los pusieron en el mapa y acabaron de colocarlos en la cima, y un sinfín de colaboraciones estelares, entre las que se incluyen Rusowski, Jesse Baez y Raw Alejandro, venir a tocar a Barcelona por primera vez y llenar el anexo del Palau Sant Club hasta la bandera, es todo un hito.

Y no porque no sean profetas en su tierra, recordemos que el combo mejicano hizo dos sold-outs consecutivos en el Palacio de los Deportes de Méjico los pasados 31 de mayo y 1 junio de este año, sino por la conexión emocional y física que se crea en sus conciertos y que en Barcelona, explotó hasta niveles impensables.

Con la banda formada por Mike, Milton y Emilio de la Rosa, mi previsión era de un concierto tranquilo, casi estático, en el que lo sensorial y las atmósferas, iban a tener mayor protagonismo que los propios componentes, dejando un sabor de boca en el que la calidad y el buen hacer inundarían mi paladar musical hasta la exageración. Pero no, los hermanos de la Rosa tienen una concepción del directo y una actitud sobre las tablas que, por mucho que se juegue con las emociones a flor de piel, el romanticismo y la languidez sonora, al menos en el estudio así es, su capacidad para exprimir cada minuto de su show de la manera más visceral e intensa posible, desmontó por completo cualquier concepción previa que tuviera sobre su espectáculo.

Poniendo en pantalla la mayoría de las letras de sus canciones para que el público cantara con toda la convicción y acierto del mundo, utilizando la parte superior de la pantalla mientras el show iba siendo filmado en tiempo real con algún que otro efecto de cámara y montaje para darle dinamismo al visionado, la pasión y la locura desatada entre el público iban de la mano de un show en el que la estridencia, el preciosismo y la entrega se convirtieron en los pilares más sólidos de la noche.

Desgranando algunos de sus singles más famosos, obvio que Julieta y Julietota sonaron seguidos, y poniendo sobre la mesa algunos de sus hits compartidos más escuchados, siendo 2:12 AM con Raw Alejandro una de las más celebradas, lo mejor del concierto se lo guardaron para el final. Siendo un disco que llega a pasar por la mínima de la media hora, me pareció brutal reservarlo para el bloque final del concierto y tocarlo prácticamente entero como regalo extra para los fans.

Eso sí, tanto las repeticiones, como las canciones alargadas y la interacción con el público, hizo que el disco no se ciñera exclusivamente a esos 31 minutos de reloj. despachando un conteo final de una hora y cincuenta minutos de show en el que la sofisticación y el easy listening, se cambió los papeles por la intensidad y la visceralidad.

Su sonido en directo tira hacia un lado mucho más radical que el del estudio, que es claramente más pulido y amable. Las canciones son las mismas y se puede cantar perfectamente, son totalmente reconocibles, excepto por ese nuevo single que estrenaron y que irá metido en el ansiado nuevo disco de Fred Again, pero tanto sus voces, como la ejecución musical y la actitud en directo, nos muestran a un combo libre de prejuicios y entregado sobremanera a los códigos de la escena urbana en toda su intensidad, incluso llegaron a poner un vídeo informativo (en tono jocoso) de cómo hacer un mosh pit circular.

Mientras que Mike se responsabiliza de darle forma al apartado musical del show, son Emilio y Milton los encargados de hacer babear a la cámara (y a los asistentes) con sus deliciosos canturreos y esa actitud casi punk de bajar al público, recorrer la sala, o incluso plantarse al final de ella, para atravesarla cantando. Un espectáculo que distaba bastante de la idea que llevaba metida en mi cabeza.

Muy de agradecer el hecho de no presentarse con una banda en directo, estoy muy harto de que los artistas urbanos jueguen esa carta para darle más enjundia a sus directos obviando las bases de los productores para sustituirlas por ritmos en directo tocados con instrumentos tradicionales, y que tanto los saltos, como los gritos, el desorden, el caos y las estridencias, creo que incluso el sonido regulero les hizo un favor en ese aspecto desvirtuando aún más esa perfecta precisión que demuestran en el estudio, fueran los platos fuertes de un directo que superó el notable con creces en sus casi dos horas de preciosismo radicalizado.

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LATIN MAFIA / 19 NOVIEMBRE 2025 / CLUB SANT JORDI