‘Los dioses del Norte’, la saga más impactante del año

¿Qué adulto no está enganchado a alguna serie?

Llega la noche, el fin de semana o algunos días de descanso, y lo primero en que pensamos es en relajarnos y encontrar un rato para continuar esa serie que hemos dejado a medias y que nos tiene tan enganchados. Y, si se trata de un comienzo de temporada, con más motivo: llevamos meses sin ver a nuestros protagonistas preferidos y la curiosidad por saber qué pasará nos llena de emoción.

Con las sagas literarias ocurre exactamente lo mismo. Nos encantaría que nuestros autores de referencia fueran tan prolíficos como para no dejarnos durante meses sin saber cómo continuará la trama. De hecho, parte del éxito de estas obras reside, precisamente, en saber que aún no han acabado.

Pero ¿por qué nos gustan tanto las sagas?

Uno de los motivos es que los lectores, en función de nuestras características, y basándonos en gustos personales y preferencias, elegimos de forma natural a nuestro personaje favorito, nos identifiquemos o no con él. El mejor ejemplo es Harry Potter y a qué casa pertenecer: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin. Aunque todos sabemos que la mejor casa era? Bueno, eso mejor lo dejamos para otra ocasión.

Además, las sagas son un perfecto aliado para que nuestros hijos mantengan el hábito de la lectura, ya que, al igual que nos ocurre a nosotros, sentirse identificados con los protagonistas y vivir aventuras en mundos fantásticos es algo que los anima a continuar leyendo. Por otro lado, comentar los argumentos con amigos y compañeros de clase fomenta la comunicación y la satisfacción de pertenencia a un grupo. Además, desarrolla el interés por los temas que se tratan en el libro, lo que deriva en una investigación posterior que aumenta sus conocimientos respecto a una infinidad de temas diferentes.

Las sagas de mundos fantásticos

Pero, si existe una temática habitual en este formato de libros es la de los mundos fantásticos. Y en eso es experta Jara Santamaría, que nos permite viajar por el mundo de la luz y el de las sombras en la saga Los dioses del norte. Su primera parte, La leyenda del bosque, se publicó en 2019 y narra la historia de tres primos (Emma, de 12 años; Teo, de 10; y Ada, de 8) que son obligados a pasar todo el verano en un pueblo del norte donde vive su abuela Casilda, a la que llaman «amona» y con la que no tienen demasiada relación.

Los tres niños descubrirán el mundo de la noche, gobernado por el dios Gaueko; una realidad paralela donde la oscuridad y la magia forman parte de las costumbres de sus habitantes, los cuales conviven con todo tipo de criaturas y bichos increíbles pertenecientes a la mitología del País Vasco y Navarra.

Allí comienza una aventura que los niños no podían ni imaginar y que cambiará su mundo por completo, al menos como lo conocían hasta ahora. Y, cuando parece que está todo resuelto, la autora nos sorprende rescatando un detalle de la primera parte que nos invita a vivir nuevas aventuras. Nuestros protagonistas deberán regresar al mundo de la noche en El tejedor de pesadillas, para resolver un problema que se les había pasado por alto.

Algo que hace muy interesante esta saga, y extremadamente rica en percepciones, es que no hay un único narrador, sino que, en cada capítulo, es uno de los primos quien relata lo que está por venir. Así, los lectores pueden formar parte de la trama desde diferentes puntos de vista.