La sexualidad en los videojuegos:
la polémica de Tracer
Aprovechando el lanzamiento de Overwatch –y pasado ya un tiempo de la polémica que surgió en su momento- hoy vengo a hablaros de la sexualidad en los videojuegos. Todo el revuelo que causó la imagen de Tracer, uno de los personajes estrella de éste juego, posando casi de espaldas con unas mallas muy ajustadas, naranjas y que realzan su trasero me genera casi al instante una pregunta: ¿Y qué?

El de Tracer no es un caso excepcional dentro del mundo de los videojuegos y no merece tal revuelo. La postura en esa imagen y su indumentaria son coherentes con el tipo de personaje que es y con su personalidad. No se le ve un solo centímetro de piel de cuello para abajo, y esas mallas son tan ajustadas como la de cualquier persona que hace running, por ejemplo. No entiendo tampoco como con éste personaje sí hay polémica y no con otros del mismo Overwatch, como el escote de Widowmaker o los muslos al descubierto de Symmetra. Si todo esto hubiera venido por algunas de las chicas de DoA (Dead or Alive) que habitualmente van en ropa interior o bastante ligera y cuyos “atributos” son controlables –o descontrolables- desafiando a la gravedad con nuestro mando, lo entendería. En este caso no lo comprendo.






