Hay historias que te tocan el corazón. Es inevitable. Inmersos en un frenético ritmo de vida, los ciudadanos del primer mundo vivimos ajenos a las realidades que no afectan a nuestra economía. Y a veces hay que pararse, enfocar a los más pequeños y visibilizarlos. Por eso hoy nos acercamos a la personas albinas en África y a su precaria y dramática situación. Porque un pequeño gesto nuestro puede cambiarles la vida a ellos.

Por si esto fuera poco, las personas con albinismo tienen otros graves problemas: la reducción o ausencia de melanina en ojos, piel y pelo provoca problemas de visión (que causa a su vez una altísima tasa de abandono escolar), el cáncer de piel, enfermedad agudizada por la ignorancia y los prejuicios. Y aún hay más, en algunos lugares existe también la creencia de que las relaciones sexuales con una albina curan del SIDA. Esto ha provocado que haya un alto porcentaje de mujeres con albinismo portadoras del virus y enfermas de este mal que en África es mortal.
Una viaje de descubrimiento
Todas estas razones hicieron que Ana Cristina Herreros y Daniel Tornero sintieran la necesidad de sentarse a escuchar a estas personas. Ellos les contaron cómo viven, cómo sienten la exclusión, y también les contaron cuentos. Y estos cuentos, los mismos que cuenta cualquier niño o niña de Mozambique, los trasladaron a un libro, Los cuentos del conejo, que tiene por objeto darles voz, hacerlos visibles y, sobre todo, mostrar que no son hijos de las estrellas ni de la luna, que no son espíritus sino personas, porque lo que caracteriza a los seres humanos es el humor y la capacidad de fabular, eso que llamamos Literatura.

La editorial Libros de las Malas Compañías, responsable de la publicación del álbum, considera que el pueblo que ha contado sus cuentos son también autores. Por esta razón, los beneficios generados por Los cuentos del conejo se destinarán a mejorar las condiciones de vida de las personas con albinismo de Mozambique.
Mucho más que un libro
De manera paralela a la publicación del libro, y gracias a la implicación de la ong África Directo, se ha puesto en marcha el proyecto Una máquina para coser la esperanza, por el que un grupo de mujeres que acude a los centros de mayores del Ayuntamiento de Madrid en el distrito de Chamberí ha donado sus máquinas de coser a las mujeres mozambiqueñas con albinismo. Las máquinas han viajado en un contenedor a Matola y ya están allí funcionando a pleno rendimiento. Esto les permitirá a estas mujeres poder alcanzar un salario digno, en un proyecto que ha unido a las mujeres de uno y otro continente puntada a puntada.
Además, el fotógrafo Kike Carbajal, que viajó junto a Ana Cristina Herreros a Mozambique, ha realizado un magnífico reportaje gráfico que se exhibe en la Biblioteca Eugenio Trías de Madrid, bajo el título de Piel tan blanca. La exposición permanecerá abierta hasta el 16 de diciembre.
Para conocer más a fondo todo el proyecto, puedes acercarte los próximos días 8 y 9 de diciembre al Mercado de Motores (Museo del Ferrocarril, Paseo de las Delicias, 61, Madrid), en donde la editorial Libros de las Malas Compañías venderá sus libros solidarios, así como un calendario ilustrado con las fotografías de Kike Carbajal y la producción textil que están realizando las mujeres mozambiqueñas con las máquinas de coser donadas. Los beneficios de todo ello irán destinados a ayudar a la población albina en Mozambique.
