Una primera vez en Gamelab

Una primera vez en Gamelab

La semana pasada tuve la suerte de poder asistir por primera vez a Gamelab, en Barcelona. Tres días cargados de conferencias, juegos indie, y no tan indie, y mucha gente interesante del sector de los videojuegos. Sin duda, se trata de un evento para todos los gustos y roles que se puedan encontrar en esta industria y aún en el hipotético caso en el que ninguna de ellas interesara a alguien, se podía emplear fácilmente toda la jornada en probar los proyectos de todos los estudios y equipos de estudiantes que se reunían allí desde cada punta del territorio español.

Como resumir aquí una a una todas las conferencias a las que tuve tiempo de asistir sería cuanto menos arriesgado, voy a tomarme la libertad de hacer una pequeña clasificación personal de los juegos que más llamaron mi atención:

Moonlighter. Es un título al que precede su reciente éxito en Kickstarter, y bien merecido. ARPG con una estética píxel que ha llamado la atención tanto de jugadores como de grandes empresas.

imagen_gamelab1Hypnos. Una de las grandes primeras tomas de contacto con VR dentro del entorno del desarrollo independiente. Entornos atractivos, puzzles por resolver y quizá una mecánica de movimiento que haya que pulir para que los jugadores no sufran mareos.

Breaking Fast. Un juego que bien podría ser el retoño algo más pulido de una Jam, pero con un enorme gancho: ¿A quién no le gusta competir en una carrera contra otros jugadores siendo una caja de leche sin lactosa o una loncha de bacon?

Agatha Knife. Para los que jugaron a MechaNika recordarán a este personaje que protagoniza el segundo juego de Mango Protocol y que viene cargado de rituales carnívoros y guiños a series épicas como Evangelion.

Kofi!. Con una perspectiva que nos recuerda a Diablo y la misma estética que la serie de Youtube, tendremos que gestionar nuestras tropas para reducir las fuerzas enemigas que iremos encontrando.

Algo que destacar de Gamelab es su ambiente: todo el mundo está a tu alcance, predispuesto, la curiosidad invade el ambiente. Personalidades como Rami Ismail o John Romero acceden a una buena conversación con cualquiera, a probar tu juego, criticarlo educadamente o hacerse una foto. Casi pasan desapercibidas las zonas de renombre como la de Sony, con las nuevas VR. Es un ambiente perfecto para que grandes y pequeñas desarrolladores se conozcan, para experimentar, intercambiar historias, problemas y soluciones. Aquí es donde de forma más clara he podido comprobar que en ese brote independiente de la industria de los videojuegos, somos una gran familia.

@InaRin7