Una columna de fuego, Ken Follett

Una columna de fuego / Ken Follett

Digna sucesora de ‘Los pilares de la Tierra’

Charo Sardina

Deliciosa la forma en la que Ken Follett cabalga por la Historia a lomos de personajes de ficción que se inmiscuyen e, incluso, parecen influir para bien o para mal en los pasajes más oscuros de la existencia humana. Y lo vuelve a hacer en Una columna de fuego, la tercera entrega de toda una saga de novelas históricas de gran renombre que arrancó con Los pilares de la tierra, una obra que marcó un antes y un después en la literatura de este género.

Esta vez el autor nos lleva por la Europa de finales del siglo XVI y principios del XVII. Una columna de fuego es una novela de acción, de espías y terroristas del medievo con una historia de amor, como no podía ser de otra manera, como bálsamo en un mundo en el que los ideales y las creencias son más importantes que la propia vida.

En Una columna de fuego, Follett retrata con gran maestría una Europa sumida en guerras religiosas en la que se cometen infinidad de atrocidades en nombre de Dios. En la que la hoguera, las torturas y las tropelías forman parte de la cotidianidad.

La historia arranca en 1558 y se va desmadejando alrededor de dos familias en la prospera ciudad de Kingsbridge, al sur de Inglaterra. Los Williard y los Fitzgerald son el eje de los acontecimientos y en torno a ellos se teje a lo largo de más de 60 años una historia de conspiraciones e intrigas que envolverán a las mismísimas cortes de Inglaterra y Francia. Una columna de fuego es una historia de agentes secretos en siglo XVI, quienes mueven los hilos de reyes y poderosos que tratan de imponer las propias creencias religiosas a una población que lo único que tiene es miedo.

Los crímenes se suceden casi todos en nombre de la alta política o del propio clero. Y en medio de ello, Ned, un joven muy inteligente que trabaja al servicio de la reina Isabel I, intenta poner un poco de cordura a la sinrazón que impera por doquier. Como en las dos anteriores entregas de esta saga de Follett, los personajes van apareciendo y desapareciendo y la crueldad de unos y las bondades de otros se entrelazan para tejer una ficción que al lector se le puede antojar bastante real.

Este tercer libro de la saga me ha gustado incluso más que los otros dos. Bien es verdad que Los pilares de la tierra es toda una obra maestra de la novela histórica. La virtud de Ken Follett es que además de retratar descarnadamente los detalles más escabrosos de la historia sabe endulzar cuando viene a cuento. El problema de Una columna de fuego es que como buen británico, Follet ‘barre para adentro’ cuando describe las batallas entre la Armada Española de Felipe II y los tercios de Isabel I, o también cuando narra la cruda rivalidad entre católicos y protestantes en aquella época. Pero, bueno, esa es otra historia que al lector puede no parecerle relevante para disfrutar de una gran novela.

La columna de fuego es una obra de suspense histórico, que sorprenderá al lector. Una historia escrita con gran maestría como no podemos esperar que sea de otra manera si va firmada por el autor británico. Un libro de casi mil páginas que no podremos dejar de leer y que tiene que formar parte de la biblioteca de todo lector que se precie de serlo.

Ken Follett, un galés que empezó su carrera como periodista, es uno de los autores con más renombre de la literatura actual. De Los pilares de la tierra se vendieron veintisiete millones de ejemplares en todo el mundo, y de Un mundo sin fin, más de doce millones. Para La columna de fuego le auguro similar éxito.

@CharoSardina