TRANSFORMERS, EL ÚLTIMO CABALLERO

El preesterno de Transformers: El último Caballero, que llegará este viernes a las salas de cine, estuvo lleno de famosos, coches antiguos, robots, palomitas y un increíble autocine. León Esteban estuvo allí para YellowBreak y en este reportaje te lo cuenta (¡Ojo que cae algún spoiler!)

Michael Bay comenzó la andadura de los robots alienígenas en 2007 con el estreno de la primera entrega de Transformers. Aunque el elenco ha ido variando a lo largo de las ya cinco entregas, el ya mencionado director, el compositor Steve Jablonsky y algunos actores, como Josh Duhamel o John Turturro, se mantienen en el equipo, habiendo perdido por el camino a los originales Shia Lebouf y Megan Fox. Bienvenido sea de paso todo cambio de guión si implica la inclusión de Anthony Hopkins, brillante en un personaje tan superficial como breve.

En esta entrega el guión se basa en la historia del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, que resulta que ya en su momento colaboraron con los robotitos de turno. Merlín no era mago sino un tío normal y corriente que consiguió contactar con doce Transformers, quienes le dieron un báculo que resultaba ser la llave para arreglar Cibertron, el planeta origen de Transformers, destruido durante la guerra entre Decepticons y Autobots. Bien, la diosa de los Transformers quiere recuperar el báculo, de paso arrasar la tierra, y arreglar Cibertron. Hay que decir que ya durante las últimas entregas se percibía un ligero delirio en los guiones, (véanse los Transformers dinosaurios), pero el de esta entrega se lleva la palma.

Sin embargo, he de decir que el resultado es una muy buena película de acción y ciencia ficción, con escenas y montajes de lucha robótica sencillamente brutales. En cuánto a la música, más de lo mismo, casi literalmente, y me atrevería a decir que el montador de la peli utilizó el CD de la anterior película para meter la música pista por pista. Steve Jablonsky ya debe estar hasta la punta del fagot de los dichosos Transformers, cuyos personajes y situaciones no evolucionan o bien desaparecen para ser sustituidos (Bumblebee ya en la primera entrega no podía hablar con su voz, y en la quinta entrega siguen intentando arreglársela… ¿especie cibernética super avanzada? Los coj*nes). También es cierto que nadie va a ver una película de Michael Bay para saber hacia dónde se dirige la humanidad, sino para disfrutar viendo los hiperdeportivos recién estrenados, como el Aston Martin DB11 o el McLaren 750s, y… ya.

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Una vez dicho todo esto, vamos al preestreno. Siendo la primera que vez que un servidor asiste a un autocine, no me extraña que tenga tanto éxito en verano. En este caso, asistimos al preestreno en el Autocine Madrid Race, y la verdad es que no estuvo nada mal. Las instalaciones, en cuánto a la calidad de la película y el sonido, estuvieron a la altura, pudiendo sintonizar, como es lo normal, el sonido de la película en la radio de tu coche. Tuvimos la suerte de ver la proyección en primera fila, aunque, resuelto el problema del sonido, y con una pantalla más grande que la de un cine convencional, el tema de estar en mejor o peor sitio pasa a segundo plano.

Lo mejor sin duda, dejando a un lado el Optimus Prime de 8 metros de altura, fue la organización en cuanto a la comida, pudiendo comprar prácticamente cualquier cosa que se espere en un autocine, y, sobretodo, pedir lo que quisieras desde tu coche, como quien pide una pizza a domicilio.

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Para ir terminando, el plan del autocine sigue teniendo su hueco en el verano actual, para disfrutar sólo o, mejor, en compañía. No sé cómo serán los demás autocines de Madrid, pero el Madrid RACE se lució en la organización y en la preparación de un evento de éstas características, contando con invitados VIP y con atrezo de Transformers, coches de época y exposición del grupo Itra, con Mercedes Benz y Smart de acceso libre para los invitados.