Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

‘Cuando tu hijo es de todos’ por Manu Gris

Cuando tu hijo es de todos

El mundo en el que vivimos necesita ponerle nombre a todo, no vaya a ser que nos confundamos. Da igual el tema; gustos sexuales, dietas, estilo musical, género literario, todo debe tener su nombre claro porque, dios no lo quiera, alguien necesite decirle a alguien que tipo de persona es y no sepa cómo expresarse. En el primer mundo, produce un estrés inmenso no poder etiquetarse a uno mismo; es casi como una tortura. Pero a veces, como por ejemplo el Sharenting, es algo más necesario, porque decirle a alguien que es directamente Gilipollas (con mayúscula) a veces no es del todo necesario ni consigues lo que buscas; que el susodicho piense en lo que está haciendo.

Este término (para variar en inglés, no vayamos a volver a llamar a las cosas ‘Salir a Correr’ o ‘Ir de Compras’) engloba todo lo que los padres, por el motivo que sea, cuelga en las redes sociales sobre sus hijos menores de edad. Normalmente, como bien apuntaba un amigo mío cuando hablamos un día de esto, esto suele hacerse con el fin de mostrar a la gente nuestras vacaciones o festejos del mismo modo que antes hacíamos con álbumes de fotos o las siempre molestas diapositivas. Es solamente una evolución dentro de nuestra especie, supongo. El problema es que ahora, por la extraña adicción que provocan los dichosos Likes y porque, reconozcámoslo, nos gusta sentir que a los demás les importamos de algún modo, solemos colgar en las redes fotos de los niños del mismo modo que lo hacemos con las nuestras: mostrando caras, fechas, o incluso direcciones y lugares concretos, y aunque muchos pensarán Estas chorradas de conspiraciones no ayudan, y además así acabaremos desconfiando de cualquier cosa, yo soy más de los que creen, o saben, que hay mucho loco por ahí, mucha gente con un montón de tiempo libre y una moral demasiado fragmentada como para, por ejemplo, confiar en ellos y jugarnos la vida de los hijos así, a la ligera.

Hace poco salió un tema a relucir en casa que me hizo pensar (que ya es mucho para el mundo en el que vivimos). Todo comenzó con una noticia en la que se volvía a anunciar la desaparición de un niño pequeño, y salían las fotos y medidas y lugares donde solía pasear, y la persona que estaba conmigo dijo: Otro niño desaparecido, si es que se te quitan las ganas de llevarlos al parque o dejarlos hacer su vida como cuando éramos pequeños. Y es verdad. En apenas 10 años la sociedad y los locos que viven en ella y que, seguro, conoces personalmente, ha llegado a un punto en que aquello que nuestros padres hacían en verano, eso de dejarnos sueltos y ya llegaríamos a la hora de cenar, se ha vuelto poco menos que algo de ciencia ficción. Antes un niño que caminaba por la calle no era sinónimo de Se ha perdido, ¡ayudémoslo!, sino simplemente era Un niño que estará jugando, y esa locura, esa desconfianza y miedo por ese desconocido que puede agarrar a tu hijo, se ha extendido en el día a día como una gripe. Pero, por desgracia, eso no ha pasado en las redes sociales, donde cada vez veo a más padres primerizos, o no, subiendo imágenes de sus chavales en bañador, en la puerta del colegio, o con su nuevo hermanito pequeño, de apenas días, en brazos. Lo que de verdad me alucina es que se vea peligroso dejar a un hijo suelto en un barrio para que juegue a la pelota y, en cambio, que haya un registro informático donde está el colegio, las medidas o los lugares donde va sea poco menos que normal, y, lo más alucinante, incluso dejen a esos niños tener sus propias redes sociales, donde cuelgan fotos emulando a la modelo/actriz/famosa de turno.

¿Alguna vez habéis visto a una niña de 8 años, a la que conoces y has jugado con ella a las Barbies, posando en su red social favorita con su bañador puesto?; por desgracia yo sí, porque me pidió amistad y ESA era su foto de perfil.

Lo que creo que quiero decir es que se ha perdido el punto medio y, de algún modo que creo que todos conocemos, nuestra sociedad se ha vuelto tan peligrosa como estúpida y falta de valores, porque se ha transformado en un lugar donde un niño puede darte una paliza, un vecino puede violar a un niño de 5 años que se subió por voluntad propia a su coche (o directamente pasearse por Facebook y encontrar material para toda una tarde de papel higiénico), y hagas lo que hagas nadie va a estar a salvo ni en su casa.

Pero no importa, ¿verdad? Esa foto de tu bebe en brazos recién nacido tiene 200 me gusta y, ¡JODER!, eso es lo más… ¿no?