Todas las marcas de automóviles ofrecen personalización en sus modelos para que el cliente disponga de una variante un tanto exclusiva. Sin embargo, Rolls Royce ha llevado este tema de la personalización a su máxima expresión con un vehículo único, el Sweptail, que se ha mostrado en el Concurso de Elegancia Villa D’Este.
Cuando Rolls-Royce presentó el vehículo Vision 103EX al mundo recreó la herencia de su histórica carrocería para inspirar a su futura clientela. Este vehículo contemplaba un mundo de movilidad de lujo completamente personal, donde las nuevas tecnologías permitirían que cada Rolls-Royce fuera diseñado a la imagen de sus propietarios. Tal Rolls-Royce representaría el significado más verdadero del lujo, una personalización hecha a medida como ninguna otra.
Sin embargo, la idea de una potencial carrocería no fue suficiente para un cliente de Rolls Royce. Esta persona se puso en contacto con la marca con la idea de adquirir un Rolls-Royce único para él. Ese modelo ha sido bautizado como Sweptail. Como guiño a la mítica cola de algunos Rolls-Royce de los años veinte, que tanto admira este cliente tan particular.
“El Sweptail es la equivalencia automovilística de la Alta Costura” comenta Giles Taylor, Director de Diseño en Rolls-Royce Motor Cars. Es un Rolls-Royce diseñado y hecho a mano para adaptarse a un cliente específico, que llegó a Rolls-Royce con una idea.
Inspirado en las carrocerías de los modelos fabricados entre 1920 y 1930, el deseo del cliente era fabricar un coupé con un techo panorámico de cristal.
Lo primero que atrae de este modelo es el carácter sólido de su perfil delantero, centrado en un nuevo tratamiento de la icónica rejilla. El más grande de cualquier época moderna, la rejilla se modula con aluminio sólido antes de ser pulida meticulosamente a mano hasta dejar un acabado espejo.
El Sweptail presenta una original silueta que define su carácter único, sus líneas fluyen de una forma esbelta y elegante. La parte trasera es un homenaje al mundo de los yates de carreras que inspiraron al cliente, con su popa rastrillada. Visto directamente desde atrás, el cono trasero contrasta fuertemente con el frente del automóvil, dando forma a una percepción completamente nueva de un Rolls-Royce Coupé. La parte trasera de este exclusivo automóvil acaba con dos números elaborados con lingotes de aluminio molidos y pulidos a mano, 08, que son el número de identificación y registro.
La pureza y la grandeza de la carrocería desde la vista lateral, las ventanas laterales alargadas y el techo de panorámico de cristal se combinan para iluminar a los dos ocupantes de este singular Rolls-Royce y a su interior minimalista y artesanal.
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Las generosas cantidades de ébano Macassar pulido y Paldao de poro abierto adornan el interior, creando contrastes visuales y táctiles para el propietario, con toques tanto clásicos como contemporáneos. Está marcado por contrastes de cuero ligero Moccasin y Dark Spice que adornan los asientos, los apoyabrazos y la parte superior del salpicadero.
Fiel al espíritu de un GT transcontinental que Rolls-Royce creó entre los años 20 y 30, en lugar de los asientos traseros hay una vasta extensión de madera creando un pequeño estante con un borde de cristal iluminado.
Detrás de los ocupantes, una característica llamada Passerelle fluye desde el borde trasero del parabrisas para acabar en una lágrima conectada a la plataforma trasera para unir todos los volúmenes interiores.
El salpicadero de este Rolls-Royce es el más limpio hasta la fecha, la ética minimalista no sólo dicta que sólo un control aparezca en él, sino que todos los otros han sido discretamente reubicados, en donde el reloj se integra perfectamente. La cara de este singular reloj Rolls-Royce también está hecha a mano con la más fina capa de Macassar, incrustando visualmente el reloj en la banda, destacando las manos de titanio mecanizadas con precisión. Este uso de titanio se extiende luego a los tres diales de instrumentos montados a mano.
Detrás de la apertura de las puertas del coche, ocultas en las paredes exteriores a ambos lados del automóvil, hay dos compartimentos que contienen dos maletines hechos a mano que se despliegan con sólo tocar un botón.
Estos maletines se hermanan con el equipaje completo desarrollado por Rolls-Royce Bespoke para el Sweptail.
Además, toda la consola central alberga un mecanismo único que despliega una botella de la cosecha de champagne favorito del cliente y dos copas de cristal.
Al ser un Rolls-Royce muy personal para un cliente específico, cada aspecto del tratamiento material del Sweptail exuda la calidad artesana y la atención al detalle. En resumen, es un Rolls-Royce pero como ningún otro.
