Productos milagro para adelgazar tras las Navidades
Es muy habitual que, tras las fiestas navideñas, cojamos algunos kilos de más, patrocinados por todos los turrones, polvorones y demás dulces a los que resulta tan difícil resistirse en esta época del año. Sin embargo, ahora que ya nos encontramos metidos de lleno en Enero y, una vez que el abandono de las fiestas navideñas es absolutamente oficial, todos parecemos recuperar la consciencia de nuestro cuerpo y queremos perder esos kilitos lo más rápido posible.
Es por eso que ésta (junto con la llegada del verano), es una época en la que los “productos milagro” para adelgazar salen hasta de debajo de las piedras, y son un absoluto fraude, así que atentos a las señales de alarma:
Se lanzan al mercado con campañas publicitarias agresivas pero cortas (porque las autoridades sanitarias suelen tomar carta en el asunto en un tiempo no muy largo)
Además. acostumbran a incluir testimonios increíbles de supuestos clientes satisfechos para incitar a su consumo.
Su adquisición suele realizarse a través de vías de comercio menos convencional (como internet).
El etiquetado de estos productos no suele cumplir la normativa, de manera que muchos de ellos no incluyen un listado de ingredientes, o esta no es verdaderamente lo que contiene el producto. Además no se suele identificar aquí tampoco al fabricante o responsable de su comercialización.
Su precio suele ser muy elevado y prometen unos resultados irreales, tales como: perder 5 kg en 5 días, adelgazar comiendo cuando se quiera o mientras se duerme… Lo cual suelen explicar con afirmaciones también poco fiables tales como “contener una sustancia que devora las grasas”.
No os dejéis engañar por este tipo de productos, por convincente que sea la campaña que hayan montado. La manera de adelgazar es que nuestro balance energético sea negativo (quemar más calorías de las que consumimos). Así que dejemos atrás los excesos de las fiestas y volvamos a una dieta saludable y equilibrada combinada con un poco de ejercicio, y de paciencia, porque los milagros no existen, pero el cuerpo siempre agradece por fuera todo lo bueno que le hacemos por dentro.
