PRIMAVERA SOUND: Un jueves prácticamente redondo en todos los sentidos

ALEX THE ASTRONAUT 16.00 CCCB (GRATIS)

La jornada del jueves empezaba bien temprano para mí. Dentro del marco de conciertos gratuitos que se celebran por toda la Ciudad Condal durante la semana del Primavera, decidí acercarme al Pati de les Dones del CCCB donde se daban citan algunos de los artistas emergentes, que también actúan dentro del recinto del Fòrum, ofreciendo breves showcases que se presentan de lo más familiares y cercanos. Mi opción era la de disfrutar de la media hora de directo que ofrecía la australiana Alex The Astronaut. Con tan solo dos Ep’s editados, una voz claramente inclinada al pop vitalista y una actitud de lo más natural, Alex se mostró de lo más simpática, comunicativa y jovial (su juventud ayudaba a ello) con un público que, aunque reducido, muy entregado a las mieles de la australiana que explicaba sus canciones y pedía al público la traducción de mierda sin quedarle muy claro que pierna, no era mierda. Su agradable presencia, su voz, sus experiencias, su cercanía, su guitarra acústica y una camiseta de ABBA fueron más que suficientes para enamorarnos de ella hasta las trancas y apuntarla en la lista como artista a seguir muy de cerca.

NAT SIMONS 17.00 RAY BAN

Bebiendo de las influencias vertidas por Bob Dylan y Neil Young sobre varias generaciones, Natalia García, conocida como Nat Simons, nos ofreció uno de los shows con más clase y profesionalidad del día en una actuación en la que el blues y el folk iban de la mano. Apoyada en una banda de calidad sublime, combo al completo con corista incluída, la ocasión daba para ponerse de gala y así lo hizo Nat en todos los sentidos, desde un outfit que incluía destellos perlados en su traje corto, hasta una puesta en escena capaz de competir con cualquier combo folk de veteranos demostrando un talento y una experiencia muy avanzada para estar hablando del debut largo de una chica de 23 años. Muy impresionante.

HINDS 18.00 SEAT

Y llegaba el momento de comprobar qué tal lo hacían las madrileñas Hinds sobre las tablas del Primavera. Un concierto con el que incluso ellas mismas admitieron estar sorprendidas de que las llamaran para tocar, algo que no es de extrañar. Más odiadas que amadas dentro del circuito indie nacional, algo que ha ido cambiando progresivamente con la entrega de su segundo álbum, y veneradas por crítica y público en el ámbito internacional, lo de las Hinds en directo es una fiesta en toda regla, y el que no sepa verlo, es que no sabe separar. Capturando la esencia juvenil en sublimes pildorazos de pop redondos en los que la afinación y la técnica quedan en un segundo plano para dejar paso a una capacidad desmedida para entretener, alegrar y revitalizar, mi amor por las Hinds se convirtió en superlativo después de finalizar sus 45 minutos de actuación en el escenario grande del Festival. Dotadas de un directo enérgico, jovial y vigoroso, las Hinds nos dejaron a todos con la agradable sensación de haber vivido uno de los conciertos más festivos, refrescantes, bailables y simpáticos del día.

ALEX G. (SANDY) 18.45 MANGO

Tomando referentes folk tan marcados como Neil Young o Elliott Smith en su vertiente más intimista y sosegada, y acudiendo a glorias noventeras como Nirvana Dinosaur Jr. en su representación más distorsionada y visceral, Alex Giannascoli nos sorprendió soberanamente con un show muy bien equilibrado, ejecutando una primera mitad en clave folk y una segunda en clara contraposición en su estado más rockero, la calidad que emana de Alex G. como letrista y compositor hacen de él una de las maravillas actuales de la escena indie. Dejando libertad de espacio para la experimentación sonora en algunos de los temas, con él nada es lo suficientemente claro nunca como para etiquetarlo sin temor a equivocarte, su habilidad para los claroscuros de carácter melancólico y su punzante buen gusto noventero nos dejaron un directo de lo más destacable y disfrutable. Una pena, y de muy mal gusto he de decir, que les cortaran el sonido en el último tema sin dejarlos acabar.

WARPAINT 19.20 SEAT

Llegaba uno de mis momentos más esperados del Festival con el cuarteto femenino de pop etéreo Warpaint sobre las tablas del escenario grande del Primavera. Vistas hace un par de años en el mismo escenario del mismo Festival, aquel concierto lo atesoro como uno de los más emocionantes y bonitos que he vivido en la historia del Primavera. Quizás por ello su directo del jueves no llegó a copar mis expectativas. A sabiendas que las Warpaint venían con su trabajo más flojo hasta la fecha, la sobreproducción en el estudio de la que está dotada su último Heads Up les jugó una mala pasada en directo. Sin arriesgarse a cambiar el carácter de las canciones para evadirse de ese carácter sintético que proporciona el estudio y ofrecer versiones alteradas mucho más intimistas y adaptadas al formato directo, las Warpaint optaron por intentar reproducir la cualidades del estudio en un show que estuvo falto de cuerpo, volumen y consistencia. Estando algo desconectadas con el público e incluso entre ellas mismas al principio del concierto, la cosa se fue engrasando y conectando cada vez más pero, como digo, sin conseguir nunca el efecto deseado. Cuando más se notó esa falta de fuerza y cuerpo fue en el single New Song, en el que parecía que le faltaba la mitad de la consistencia del estudio. Parece que lo de ir uniformadas de negro no les trajo mucha suerte.

MAVI PHOENIX 20.40 PITCHFORK

Mavi Phoenix viene de Austria, tiene su propio sello, y su manera de enfocar la música urbana tiene una perspectiva de lo más fresca, natural y agradable. Con tan solo la ayuda de un DJ tras las tablas, un micro (con algo de autotune para no desmerecer) y una actitud valiente, creíble y simpática, Mavi Phoenix resultó en uno de los descubrimientos más gordos del año gracias a un directo que nos dejó con muchas ganas de más a todos. Enfundada en una camisa blanca plisada y un pantalón de pinza negro (al más puro estilo camarero), sus bambas eran lo único que daba la nota discordante en su vestuario. Con una muralla sonora dotada de unos graves descomunales (entre los tres más potentes del Festival), unos misilazos pop con aires hip-hop alegre y festivo y unas bases electrónicas hyper bailables, Mavi nos conquistó sin remedio con hitazos de la talla de Love LongtimeYellowJanet Jackson o ese tema llamado a convertirse en himno titulado Aventura dejándonos totalmente enamorados y rendidos a sus pies. Por ahora cuenta con dos breves Ep’s y algún que otro single, la podéis chequear en Spotify, pero comentó que ya ha montado su propio sello LLT Records y que se puede ir siguiendo su progreso a través de Instagram. A mí ya me puede contar entre sus followers. Directa al TOP.

BJÖRK 22.00 SEAT

Siendo el plato fuerte del día para la gran mayoría y siendo, como soy, un fan acérrimo de todo lo que hace la islandesa en el estudio de grabación, soy consciente de que la mutación naturista, filosófica y espiritual que ha ido sufriendo Björk a lo largo de los años ha ocasionado en más de una ocasión el ridículo estético y el aburrimiento extremo durante sus actuaciones en directo, y os lo dice alguien que la ha visto cuatro veces sobre las tablas. Sin necesidad de calzarme más de 40 minutos de concierto, en el que tanto el vestuario de ella, como el de los colaboradores y el escenario parecía sacado de El Sueño De Una Noche de Verano escrito por un  William Shakespeare enchufado por la psicodelia colorista de Andy Warhol (así de imposible era todo), la cosa ya se vio por donde pecaba cuando tanto Isobel como Human Behaviour sonaron adaptadas al formato tenue, naturista, relajado y preciosista de su último disco. Tanto flautín, pajaritos y ambientación para ofrecer un show sobrado de pomposidad barroca y vacío de emociones a flor de piel, por muchas flores que hubiera.

C.TANGANA 22.45 RAY BAN

Tomando en consideración mi fetichismo por el escenario Ray-Ban del Primavera Sound y sabiendo que Tangana es el indiscutible hombre del momento, tanto para bien como para mal, el concierto de C.Tangana en el Primavera se presentaba como uno de los eventos más imprescindibles del año. La descomunal entrada triunfal que protagonizó Pucho sobre las tablas del anfiteatro del Ray-Ban hacía presagiar uno de los shows más potentes, locos e interesantes del momento superando con creces todo lo esperado de él. Subido a una moto para entrar y apoyado por un montón de bailarines enfundados en pasamontañas y con frases escritas sobre sus pechos desnudos al más puro estilo pussy-riot, el show de C.Tangana es capaz de incluir todas sus facetas, reggaetonero, rapero, trapero, popero, fiestero, empresario, gangsta, romántico, sobrado, capullo y filósofo (su discurso sobre la cabeza y la cola de la serpiente dentro del sistema resulta bastante explicativo) y funcionar a las mil maravillas como el entretenimiento moderno (con mensaje) más top del momento para erguirse como el puto amo de la actual movida urbana nacional. Pantallas con proyecciones de todo tipo, Fabianni y Alizzz flanqueándolo a ambos lados del escenario, dotado de una logística considerable y con una potencia de vatios absolutamente descomunal, el discurso de Tangana llegó a incluir al Rey, a Evaristo y a Valtonyc como personas destacadas. Entrando como colaborador estelar Dellafuente para cantar ese imponente hit de club llamado Guerrera, el madrileño hizo cientos de billetes de 100 dólares con su cara impresa que expulsó a través de cañones de aire sobre los asistentes dejándolos a todos en un éxtasis descomunal. Cerrando el concierto con Mala Mujer y Llorando en la Limo, algunas más de su nueva mixtape Ávida Dollars sonaron haciendo una clara diferenciación con el reciente set escogido para su concierto en la sala Razz de Barcelona hace pocos meses, otro de los momentos más estelares de la noche fue la interpretación en directo de su nuevo single Traicionero estrenado en las redes tan sólo dos días antes del concierto. Por cierto, no se cabía en el Ray Ban ni tan siquiera más allá de las gradas. Otro que se va directo al TOP del PS18.

FEVER RAY 23.35 PRIMAVERA APPLE MUSIC

Teniendo que obviar muy tristemente la opción de ver por segunda vez en mi vida al maestro Nick Cave, con todo el dolor de mi corazón más aún sabiendo de buena tinta que dio uno de los conciertos más gigantescos del Festival, me dirigí al escenario Apple Music para deleitarme con el pop oscurantista y digitalizado de Karin Dreijer, alias Fever Ray. Sus peculiaridades sonoras vienen expuestas por un diseño que engloba el feísmo, la incomodidad y la crítica social a partes iguales, desde un punto de vista extremo y casi violento en su estética. Maquillada como la hija bastarda de Harley Quinn y el Joker totalmente rapada y con una camiseta en la que se podía leer I Love Childish Girls con el childish tachado, la Dreijer representaba un papel muy concreto dentro de una actuación que tuvo muchas partes de performance. Con una banda compuesta únicamente por mujeres, una percusionista y una teclista, Fever Ray subió al escenario acompañada de dos coristas enfundadas en sendos trajes de estética muy marcada, uno ultra musculoso y el otro mega estilizado, ambos a modo de incisiva crítica a los cánones estéticos que ella misma rompía intencionadamente con su estilismo, quienes realizaban la segunda y tercera voz en prácticamente todo momento además de protagonizar todo tipo de bailes sensuales a modo de menage-a-trois y tomar en ocasiones posesión de las guitarras, como por ejemplo en el momento de ejecutar la descomunal If I Had A Heart. Con un sonido también de lo más potente del Festival y con una ejecución de las canciones incluso por encima de la calidad y la emoción del estudio, Fever Ray nos dio a todos una lección de arte contestatario de la manera más efectiva y certera que se puede lograr a través de la música y la performance sin necesidad de soltar ni una sola palabra al respecto apelando a la inteligencia del asistente en todo momento. Otra que se va al TOP de cabeza y se empiezan a acumular demasiados para ser el primer día.

VINCE STAPLES 00.40 RAY BAN

El rapero de Compton Vince Staples estaba llamado a ser uno de mis platos favoritos del Festival después de entregar esa maravilla llamada Big Fish Theory el pasado año encumbrándose en mi lista como el mejor disco de rap internacional del 2017. Puede que las expectativas jugaran un tanto en mi contra encontrándome con un show bastante más sobrio, sencillo y seco de lo esperado, supongo que haber visto a Kendrick con una banda al completo partiéndolo a lo grande hace unos años en el Primavera me hacía tener una visión del show de Staples a la altura del de su compatriota, pero lo de Vince fue absolutamente lo contrario. Reduciendo el formato hasta el punto no llevar ni DJ, las bases iban sonando de manera pregrabada por los altavoces mientras él rapeaba sobre los ritmos como una puta apisonadora, eso sí y vestido con un chaleco antibalas negro sin prácticamente más luces sobre el escenario que la descomunal pantalla de proyecciones variables (en forma de pequeñas pantallas formando un collage enorme) en las que aparecían todo tipo de imágenes relacionadas con los temas que esputaba Staples al micro, el concierto del mc californiano dejó claro que sus habilidades al micro no necesitan de accesorios extras para hacerlas llegar al público. Un público que reventó el Ray Ban hasta la bandera coreando y bailando los hits del americano como si no hubiera un mañana.

ZEAL AND ARDOR 01.20 ADIDAS ORIGINALS

Otro de mis momentos más esperados llegaba en la madrugada del jueves al viernes con los peculiares Zeal & Ardor como representantes del metal más ecléctico del momento mezclando claras influencias del soul, el gospel y la música eclesiástica en un éxtasis musical de alto nivel. Con una banda íntegramente vestida de negro y dos voces masculinas adicionales que realizaban de manera magistral la función de coristas, una parte muy importante de la explosiva mezcla del combo, su directo funcionó como un estallido descomunal desde el minuto cero hasta que acabó de manera extenuante tanto para ellos como para los asistentes. Vista y oída la descomunal descarga de velocidad, rabia, fuerza y emoción que son capaces de transmitir en directo, algo bastante diferente a lo esperado, su show no fue para nada olvidable o aburrido, todo lo contrario, Zeal & Ardor fueron un torrente descomunal de fuerza indomable en forma de punk metalizado y coros imponentes.

BAD GYAL 02.20 PITCHFORK

Alba Farelo, alias Bad Gyal, venía a defender, de la mejor manera posible, su personal visión de la música urbana a través del baile y el dancehall, culturas que promueve en sus directos de manera explícita, después de conseguir un sold-out descomunal en su visita al Apolo de Barcelona unos meses antes y ofrecer uno de los directos más potentes, personales y espectaculares de la escena urbana actual. Pues bien, en lo que se refiera a lo espectacular del show, Alba contrató a dos bailarines masculinos extra para acompañar a la ya existente pareja de chicas que estuvieron en el concierto del Apolo consiguiendo subir el nivel de la coreografías y dándole un empaque al baile mucho más contundente y vistoso, además de llevar una espectacular A enorme detrás que hacía algo más de bulto en el escenario. Pero en el ámbito de la voz y la profesionalidad de la catalana, la cosa no resultó del todo bien. Pareciendo algo perdida ante un Festival de esa envergadura y con problemas continuos con el micro, Bad Gyal lo dio todo aún perdiendo la concentración y el disfrute en muchos de los momentos de un show plagado de altibajos.

CARPENTER BRUT 03.55 BACARDÍ

Y prácticamente allí donde Cristo perdió la zapatilla, tocaba ver el último concierto del día perpetrado por Franc Hueso y sus secuaces. Un tipo francés que decidió montar una banda en homenaje al maestro del terror John Carpenter para utilizar y expandir sus enseñanzas a lo largo y ancho del viejo continente. Consiguiendo una inesperada repercusión con sus tres primeros Ep’s (con el primero lo entrevisté para una limitada publicación en papel llamada Horrorvisión Magazine), Carpenter Brut lleva girando por Europa desde hace varios años llevando sus enérgicos directos, en los que confluyen el heavy metal, la electrónica ochentera y su pasión por el cine de terror thrash, a las masas ávidas de fiesta desaforada. Funcionando dentro del concepto rave punk extrema en la que los ritmos de los sintetizadores te acaban poseyendo hasta la médula y los solos de guitarra te elevan hasta el infinito y más allá, sin olvidarnos de esa máquina humana a la batería que funcionaba como el metrónomo perfecto, el show en directo de Carpenter Brut se convierte en una fiesta descomunal gracias a una fuerza arrolladora en la ejecución y una potencia desaforada en el sonido. Sin duda nada sería lo mismo sin esas trabajadas visuales que acompañan las canciones bombardeándonos con imágenes extraídas de películas tan míticas como Mad Max o Muerte a 33 rpm. Una experiencia que eleva lo ofrecido por el propio John Carpenter en sus directos copando al máximo las expectativas con ese cierre magistral con Maniac en formato karaoke. No se me ocurre una mejor manera posible de cerrar el día. 

Mañana más…