Primavera Sound 2019 | 29/05 |

Comienza el Festival de festivales

Imagen y Texto: Àlex Caballero

Mi primera y única incursión en el Festival de festivales el pasado miércoles se saldó con el concierto gratuito que Big Red Machine ejecutaban en la escenario Primavera que se encuentra dentro del recinto del Parc del Fòrum de Barcelona. Teniendo en cuenta que la banda está formada por dos de las figuras más descomunales de la escena independiente americana actual como Justin Vernon (Bon Iver) y Aaron Dessner (The National), era prácticamente de obligado cumplimiento para mi persona asistir a su estreno en España con esta nueva encarnación musical.

Un espectáculo insuperable

Enmarcados dentro de un estilo que engloba el pop, el rock, el free jazz y la experimentación en su plano más etéreo y emocional, el dúo salió a escena respaldado por tres músicos extras entre los que se encontraba una solista que acompañaba a los coros a un Vernon exultante, contento e incluso bailarín. La banda desgranó casi al completo su disco debut, creo que tan solo se dejaron en el tintero Hymnostic, añadiendo a la hora y cuarto de duración varios temas extras presentados, no como temas finalizados sino más bien como ideas y pruebas puestas en práctica en directo, en los que la improvisación, los desarrollos musicales y las capas de sonido se sumaban de manera maravillosa para formar un todo que funcionaba a la perfección con el resto del repertorio más conocido.

Big Red Machine en estado puro

Empezando con la preciosa Gratitude, uno de los momentos estelares del concierto, Deep Green, Lyla, OMDB, I Won’t Run From It o la final Melt se convirtieron al directo de manera majestuosa y casi épica sobre las tablas del Primavera. Contando con dos colaboradores de excepción en varios de los temas, la tímida y desgarradora Julien Baker salió a acompañar a los coros y el hermano gemelo de Aaron (Bryce Dessner) se colgó la guitarra para deleite del público, resultaba curioso ver como tanto Justin como Aaron estaban de lo más relajados utilizando sus guitarras y sus maquinitas en ambos casos. De manera puntual Aaron tomaba las riendas de algunos temas con su impecable ejecución al teclado y al piano y Justin no paró de utilizar su vocoder de manera magistral como bien nos tiene acostumbrados.

Rellenando el set, como ya he comentado, con varios proyectos de canciones, una de las más destacables sin duda alguna fue Hickson, dedicada a la persona de Mary Hickson de la que comentaron era una de sus máximas inspiraciones, desarrollando una vez más lo que ellos llamaron más bien un concepto, una idea, que una canción ya cerrada y concretada. A destacar sobremanera el momento en el que Justin preguntó al público si alguien iba de ácido, más de uno levantó la mano al respecto, a lo que Justin respondió con un –eso está muy bien-.