PRIMAVERA SOUND 2018: Un miércoles con el listón por las nubes

El día previo al comienzo del Primavera Sound se dan cita varios artistas repartidos entre varios de los escenarios del recinto del Fòrum para dar el pistoletazo de salida al evento musical más importante de Europa con un cartel que es imposible pateártelo entero aún sin salir del recinto citado.

Siendo lo más selectivo posible con un menú en el que no faltaban bandas que hacían mis delicias, Javiera Mena, Spiritualized o Belle And Sebastian por nombrar algunos, y siendo poseedor ya de mi pulsera desde el Lunes, decidí estrenar la tarde en el Auditori del Fòrum para ver en directo, y sentadito, la fuerza arrolladora del debut de María Arnal i Marcel Bagés sobre las tablas de ese recinto tan especial y con una acústica absolutamente perfecta.

Habiendo tenido la oportunidad de verlos hace bien poco de teloneros de Vetusta Morla en Barcelona, quizás el Palau Sant Jordi no sea el lugar ideal para el formato íntimo, aunque nada falto de visceralidad y fuerza, que esgrime el dúo sobre las tablas. Pero siendo el Auditori del Fòrum el recinto perfecto para la ocasión, el bolo de María y Marcel salió a pedir de boca rubricado con una intensidad, una valentía y una profesionalidad sublime. Tomando parte del cancionero popular de antaño para ponerle voz y música a la memoria histórica de nuestro país a través de diversos formatos y estilos musicales entre los que cabe destacar la jota, el flamenco, el shoegaze, la electrónica o incluso la canción protesta, el repertorio del dúo incluyó su debut prácticamente al completo. Abriendo con el tema que da título al disco, 45 Cerebros y 1 Corazón, y cerrando con Canción Total, tema que abre el disco y en el que María pidió encarecidamente la colaboración del respetable, cabe destacar enormemente el momento Desmemoria, canción construida a través de loops vocales y moduladores de voz, el juego de luces y sombras proyectado gracias al técnico de iluminación y la sobria pantalla blanca que estaba posicionada a la retaguardia de nuestros protagonistas y la colaboración durante varios de los temas a la guitarra del productor del disco dotando al show de un empaque mucho más robusto. 

María no paró de explicar el significado de las canciones, su ideario y de presentar su faceta más contestataria, hoy en día es de alabar tener el arrojo de ser una persona pública y hablar de tus ideas claramente en oposición al gobierno actual y la mentalidad retrógrada que corroe España tristemente cada vez más hondo, por ello y por una calidad más allá de toda duda para hacer temblar nuestro corazón y retumbar nuestro cerebro, el concierto de María y Marcel está llamado a convertirse en uno de los directos más especiales y memorables de éste recién estrenado Primavera Sound 2018, ya que del año, ya se ha convertido.

Acto seguido, y esa es una de las grandezas de este Festival de misma manera que lo es mi eclecticismo musical que me hace disfrutar de todo al mismo nivel aunque de muy diferente manera, tocaba llegarse hasta el recién estrenado Hidden Stage de Heineken en el que se iba a dar cita el show de Yung Beef y sus secuaces. Con un aforo bastante medianero tan solo 15 minutos antes de la hora señalada, la cual se alargó de manera divertida mientras Brat se pinchaba unos pepinos desde dentro de la jaula, llegó un momento en el incluso tuvieron que cerrar los accesos al recinto por aforo completo. Teniendo el factor sorpresa anulado por completo conmigo, había visto el mismo show meses antes en la sala Apolo de Barcelona, he de admitir que aún llevando un repertorio bastante parecido consiguió sorprenderme en varias ocasiones con alguna que otra colaboración estelar y un par de lanzadas al público desde lo alto de la jaula de 10 metros desde la que actúa el trapero andaluz.

En medio de la fiesta desenfrenada que monta Beef en sus shows, nuevamente puedo confirmar que a esto no se le puede llamar directo ya que Beef no canta prácticamente nada y se pasa el bolo intentando hacerse oír sobre su propia pista vocal de la canción, entre la que cabe incluir meterse con los de seguridad por cerrar el recinto, instigar a sus seguidores a mover violentamente la jaula y repartir a chorro (para después regalar la botella al público) Smirnoff en la boca de sus seguidores, Yung Beef tuvo a bien invitar a perrear a Alba Farelo con él encima de la jaula y pegarse un tema con su colega Kaydy Cain para deleite de un público sumamente entregado, también pudimos ver por ahí a Miss Nina pero ella no acabó sobre la jaula. Hacía gracia comprobar cómo, después del primer tema, los curiosos, incluso con críos pequeños, hicieron la desbandada total vista la macarrada extrema que se habían visto metidos por no saber. Con muchas similitudes con el punk más demencial y autodestructivo, sin olvidarse de ese rollo hardcore que tienen sus shows, Yung Beef es un icono descomunal de la contracultura nacional le pese a quien le pese y en sus shows monta unos pollos que no sabes ni donde te has metido, nunca mejor dicho. Al final les cortaron el sonido de la música para llegar incluso a cerrarles los micros para que pararan un show al que según Beef todavía le queda tela que cortar. Es lo que tienen los estrictos horarios del Primavera Sound si no eres The Cure.

Con un comienzo de Festival así va a ser complicado superarlo, pero todavía nos quedan decenas de conciertos para seguir flipando en colores tanto o más de lo que hemos hecho hoy. Día en el que además pudimos pararnos en el stand de Rough Trade para tener unas palabras con Pucho, foto incluida, mientras nos firmaba y decoraba su mixtape Ávida Dollars que pisaba las calles en formato físico (vinilo) esa misma noche a las 22.00. Creo que no se le puede pedir más a una tarde. Seguiremos informando…