Problemas físicos

Problemas físicos

Que Nintendo juega en otra liga no lo discute nadie. De hecho, es una frase muy incendiaria en cualquier web de videojuegos por su subjetiva objetividad. Es objetivo que es real, pero es subjetivo el defenderla o demonizarla.

Esto se refiere a que siempre han jugado bajo sus propios términos. Nintendo tiene demasiadas propiedades intelectuales de culto como para preocuparse demasiado sobre los contratos con thirds y juegos multiplataforma en las que se basan sus competidores. También es verdad es que si bien esta ‘despreocupación’ es parte de su carisma, también le acarreó un par de ‘desgracias’ en el pasado.

Con Wii apostaron por un tono más desenfadado y despreocupado que sus competidores con una plataforma que si bien se quedaba muy atrás en potencia, era realmente innovadora. Seamos sinceros, la consola entraba muy rápido por los ojos y era endiabladamente divertida jugarla con amigos y la familia. A nivel histórico fue un gran acercamiento del mundo de los videojuegos a sectores sociales que jamás los habrían tocado ni con un palo, catapultando las ventas a picos records, pero dejando un poco fríos a los jugadores más veteranos. Estos tuvieron también su parte del pastel con juegos realmente brillantes (casi todos exclusivos de Nintendo), pero un triste porcentaje comparado con la densidad de juegos que trataban de poner a bailar a tu santa abuela.

Con Wii U se dieron un golpe muy serio, y su reinado de las sobremesas (en portátiles no hay quien le tosa) se puso en entredicho. Cosa normal al sacar una consola tan misteriosa que dejaba en ascuas sobre su apartado técnico a la gente que más tarde se encargaría de crear sus videojuegos. La gente más corriente ya estaba contenta con su Wii y muchos solo divisaban la diferencia entre una y otra en la U final. La consola se dio un batacazo en ventas (unos 13 millones en toda su vida fiscal, diez menos que GameCube), y los desarrolladores externos veían pocos alicientes para crear contenido en una consola muy por detrás de su competencia directa, tanto en posibilidades técnicas como en ventas. Fue gracias a los propios juegos de Nintendo que la consola consiguió salir a flote, pero no eran pocos los que auguraban un mal futuro para los japoneses del fontanero y ya catalogaban a Wii U como una ‘Dreamcast’.

Y ahora con Switch parece que han aprendido de sus errores. Han mejorado la comunicación con los desarrolladores ‘thirds’ para traer una consola más cercana a la potencia de sus rivales y con suficientes alicientes como para atraer a ese sector de jugones que atrás se vieron alejados de Nintendo. Bueno, vale, la consola viene con un juego competitivo de ordeñar vacas (el cual la PETA ha condenado por su falta de realismo ¡No, no es coña!) pero también viene con un sobresaliente Zelda que es de lo mejor que un servidor ha tenido la oportunidad de jugar en todos sus años delante de una pantalla. Capcom ya anunció que Resident Evil 7 estaba siendo porteado a Switch, y debido al éxito que la consola está teniendo a nivel mundial (con estimaciones en 2 millones de unidades vendidas para finales de marzo), es solo cuestión de tiempo que otras editoras gordas como Electronics Arts o Bethesda (que ya está desarrollando su Skyrim portátil) se apunten a los tantos de Nintendo.

¿El problema? Actualmente hay cierta preocupación respecto a los estudios independientes que tratan de llevar sus juegos físicos a la consola de Nintendo, ya que ponen sus precios más caros que en la competencia. Esto es solo un rumor (lo bastante sólido como para que le de importancia en este texto) pero al parecer el soporte de cartuchos en el que basa Switch trae quebraderos de cabeza presupuestarios ya que, según tamaños, son más caros que un Blue-Ray. Esto se traduce en un incremento del precio final de los juegos y añado que Nintendo tiene una política demasiado comedida para no enfurecer a los comercios físicos, y si un juego vale X en físico, lo venderá por el mismo precio en su tienda digital.

Ejemplos como Rime (Tekila Works) costando 44,99€ en la consola de Nintendo respecto a los 34,99€ de sus competidores, o como el de Puyo Puyo Tetris (Kock Media), 10€ más caro que su versión de Ps4.

Obviamente a una empresa importante no le importará compensar esos 10€, pero según parece, nos encontramos en un doloroso precedente para los indies que quieran expresarse en formato físico. Ahora restará ver si hay algún cambio que iguale precios (y la competencia no va a ser tan idiota de subirlos), si esto resultan ser meros casos aislados (recordemos que la consola acaba de salir y eso implica trabajar de cero en el proyecto) o si el peor de los casos se confirma, poder disfrutar en formato portátil será suficiente aliciente como para afrontar el esfuerzo económico.

@i3rk

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