Las mil y una noches (Capítulo 1)

Las mil y una noches
Capítulo 1

Pase y lea, querido lector, pues intentaré embelesar sus dulces y delicados ojos con mi perfumada prosa. ¿Es usted persona de un único blog? ¿O acaso navega de blog en blog, decapitando a sus anteriores blogueros para poder casarse así con el siguiente? Acomódese en sus cojines de seda y permítame mostrarle mis virtudes como cuenta historias. Así en cada post os contaré las andanzas sobre una rara serie cuyo nombre no revelaré hasta el principio de mi siguiente post.

…y me dejo de rollos. Ni yo soy Sherezade ni tu estas sobre cojines (de hecho, la probabilidad de que en estos momentos te encuentres sentado sobre un trono marca “roca” es alarmante). ¿Y cuál es la idea de esta sección? Ni más ni menos que una interesante broma. En cada post trataré de hablaros sobre series raras e interesantes, casi nada conocidas, con la intención de dejaros con la miel en los labios. Será en el siguiente post cuando revele el nombre de la serie y así, no os voy a engañar, garantizo vuestro leal compromiso a mis supinas idioteces.

Siempre podéis intentar adivinar de qué carajos estoy hablando antes de que revele el nombre de la serie. Podéis enviarme vuestros augurios a mi correo personal mgutierrezg2@yellowbreak.com y llegado el día en cuestión expondré que fieles lectores han acertado de pleno sobre cuál es el nombre de la serie que hablaba (los que ya lo sabían, o han sido los más astutos usando google… ¡Eso es trampa!). Al fin y al cabo, este es nuestro espacio, y creo interesante que si una broma se realiza, pueda haber participación. Si tenéis sugerencias sobre abyectas y dantescas series de nula publicidad y menos conocimiento social, bienvenidas sean. ¿Quedan claras las reglas? Pues juguemos.

Creo apostar fuerte con nuestra primera invitada y espero no equivocarme. ¿Qué tienen en común un payaso amargado, una comadrona que cuida a su muñeco de pruebas como un bebe de verdad, una madre y su hijo obsesionados con los asesinos en serie, un enano ex-actor porno enamorado de la actriz principal de la obra que juntos representan y un ciego ricachón que se dedica única y exclusivamente a coleccionar peluches? Pues aparte de que juntos complementan un estrambótico elenco que haría las delicias a cualquier farmacéutica psiquiátrica, todos y cada uno de ellos han recibido la misma carta anónima; “Sé lo que hiciste”.

Con una premisa dramática que podríamos denominar vulgarmente como “mierda de la buena” comienza a desenvolverse una trama disparatada, divertida y que nos sacará varias carcajadas. Ya de entrada uno puede ver que cada uno de los personajes de esta serie están como verdaderas chotas y el hecho de que haya alguien aún más pirado como para encima acosarles es puro oro.

La serie destila ese tipo de humor inglés grueso que juega a la incomodidad y a la situación con mucho acierto, recordando en muchos aspectos a los sketches de “Little Britain” (de hecho, hay implicados en común). Tal vez sea una apuesta demasiado arriesgada para televisión, pero eso mismo la dota de una fuerza arrolladora como producto fresco, ameno y divertido para ver con la mente abierta. ¡Diantres, incluso tienen un divertidísimo capítulo entero rodado en plano secuencia en su primera temporada!

Lo cierto es que una vez uno asienta sus prejuicios y se dispone a verla, descubre que el producto es más blando de lo que en un principio parece. La serie es inglesa, y es de alabar como esta gente es capaz de dotar de buen gusto incluso al mal gusto. La serie puede tener un estilo burdo o zafio, pero nunca gratuitamente feo o gráficamente explícito. A pesar de una turbia primera impresión uno puede pensar que tampoco es para tanto. Pero tampoco os dejéis engañar, lo que vais a ver es una sucesión de chistes gruesos, imágenes dantescas, frases que producirían sarpullidos a cualquier filólogo y por supuesto, unos personajes tan absurdamente pirados y grimosos que parecen sacados de la imaginación de un esquizofrénico puesto de ácido lisérgico. Y eso, amigos, es paradójicamente lo que la hace tan genial.  

A estas alturas imagino que os interesará saber de qué serie hablo (si es que no lo sabéis ya), ya sea para verla o para apartaros lo más rápido que podáis de la misma, pero si de verdad queréis ver algo divertido, fresco, ameno y con mucha fuerza creativa (sin ser pedante, pretenciosa o vulgarmente asquerosa) os la recomiendo con todas mis fuerzas. ¿Su nombre? Eso y más información en nuestro próximo capítulo de las mil y una noches.