Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Mensaje para los de siempre por Manuel Gris

Mensaje para los de siempre

(ya sabéis quienes sois,
no miréis detrás como en las malas comedias)

Que vivimos en un mundo extraño no es nada que, al leerlo, os vaya a sorprender. Lo doy por hecho. Pero no estoy aquí para insultar algunos comportamientos locales, para soltar una opinión sarcástica que escocerá a los de siempre (y que me encanta), o para despotricar contra lo típico que a todos os gusta atacar diciendo las mismas palabras de manual que os ha enseñado a decir la televisión, la radio, o los mismos libros de siempre que si no has leído, MADRE MÍA, no eres persona.

Hoy estoy aquí porque, simple y llanamente, os he dado por perdidos por completo, y como seré muchas cosas pero no alguien sin educación, pues aquí estoy para decíroslo sin rodeos.

Lo repetiré: os doy por perdidos.

Lleváis demasiado tiempo haciendo las mismas tonterías y dando por buenas cosas que con solo echarle dos neuronas veríais que no es algo que deba siquiera mirarse de reojo que, sin más, me rindo. Habéis ganado, en serio… ¿no te lo crees? Vaya, es una lástima porque, de verdad de la buena, me la sudáis mucho. Muchísimo. Hasta límites solo alcanzables por los astronautas o los gimnastas que se merecen de verdad medallas y que, por descontado, no sabéis ni como se llaman.

Pero tranquilos porque esto no conlleva por mi parte lágrimas ni voy a dejar de mentar a todos los parientes, vivos o muertos, de los que no servís ni para que me limpie el culo una mañana de resaca, es más, saber que no tenéis vuelta atrás, que estáis a años luz de pensar y comportaros como haría un ser humano (o un simio con cierta inteligencia) me anima a seguir con mis cosas con una tranquilidad tan pura y brillante que, en realidad, debería daros las gracias por nacer y escoger el camino de los idiotas antes que el que escogeríais por vosotros mismos si, bueno, quisierais pensar por vosotros mismos, claro.

Tengo un camino muy bonito por delante, con amor, amistad, sueños cumplidos que llevo en la mochila y otros que están por cumplir, que haberos dado por perdidos es como si me hubiese comprado unas de esas bambas de 12 euros del Decathlon; son cómodas, liberadoras, están limpias, y puede durarme más que a vosotros las palabras que prometéis que son sinceras y que aseguráis que vienen desde el pensamiento relajado, y que en realidad nacen del Qué Dirán y del Tengo Que Hacer Esto Porque Debo que muchos os tragáis como agua para seguir vivos.

Maldita agua.

Y en serio, no os enfadéis con mis palabras, porque al dejaros de lado en mi camino y el de los míos, al no teneros en cuenta más que a un chicle o una mierda de perro que se cruza en mi camino, es casi lo más útil que vais a ser para mí y, ¡joder!, ya lo sois más que muchos políticos, alguna escritora come verdura, o aquellos jefes que pasaron por mi vida y que, cuando mueran, iré a sus funerales a escupir en su puta tumba. Porque el mundo es de los que saben apartar las nubes tóxicas y, entre toda la niebla de gas venenoso, se agachan y gatean en busca de lo que de verdad quieren, y no se levantan y lo aspiran como si fuera el mejor de los manjares, que es lo que muchos de vosotros hacéis para seguir engañándoos y a los que, descerebrados como vosotros, os siguen.

Pero en serio, de verdad de la buena; no cambies porque, ¡me cago en la puta!, ni te imaginas lo que nos reímos en casa gracias a ti.