Tengo que admitir que cuando anunciaron que el telonero de la austríaca Mavi Phoenix en la sala Sidecar de Barcelona iba a ser Lil’ Moss de los Damed Squad me puse bastante contento. Lil Moss es un tipo que utiliza el trap para expresar su emotividad callejera llegando a rozar el pop chicletero en alguna de sus frases y ritmos a través de un horterismo extremo, una capacidad humorística ampliada y un sentido del ridículo prácticamente nulo. Subiendo al escenario con un chándal gris Nike, unas chanclas de piscina de la marca Puma con calcetines blancos, los obligados grills en sus dientes y un (des)peinado para el recuerdo, con estos datos ya podemos adivinar mínimamente lo que nos vamos a encontrar, pero la cosa no acaba aquí. Lo primero que dice Lil Moss (a.k.a. Le Petit Briosh) al subir al escenario es una frase tan disparatada como “Buenas Noches Nueva York” saludando al poco respetable allí congregado de manera efusiva poniendo la primera sonrisa en la boca de los allí presentes. Se marca los dos primeros temas y justo antes de empezar el tercero ya estaba justificando la finalización de su actuación comparándose con el paso de una estrella fugaz. Así es Lil Moss, un tipo al que se la suda todo y todos y que hace su rollo sin pensar nada más que en su manera de expresarse. Tres temas y se acabó, sin duda alguna, el telonero más breve de la historia. Una pena porque los pocos que estábamos lo disfrutamos mucho, pero en un espacio de tiempo demasiado breve, todo hay que decirlo.
Y llegaba el momento de volver a disfrutar de la actitud, genialidad y desparpajo de Mavi Phoenix sobre las tablas de un escenario después de su estelar actuación en el último Primavera Sound de la ciudad Condal. Con el listón por la nubes y unas expectativas que me hacían tener cierta reticencia con el concierto al ser en una sala tan pequeña y con tan poco volumen como la Sidecar de Barcelona, tengo que decir que, una vez finalizado, no podría escoger uno de los dos bolos como mi preferido ya que ambos se convirtieron en una fiesta descomunal acompañada por un público absolutamente rendido a sus pies en todo momento.
Con un set-list que comprendía prácticamente todos los temas editados en sus dos únicos Ep’s hasta la fecha, Young Prophet y Young Prophet II puestos en circulación por su propio sello llamado LLT (Love Long Time), la austríaca sabe perfectamente cómo combinar una presencia escénica sólida y cercana, presentando los temas efusivamente y haciendo colaborador al público presente con sus coreables tonadillas, una capacidad para el entretenimiento y la diversión consciente y sublime, con unos ritmos sacados de la actual escena urbana que no pararán de hacerte bailar, una habilidad para el pop mainstream que asusta y un potencial artístico que ya quisieran much@s.
Empezando el concierto con ese hit llamado 7eleven y continuado por el descomunal Bite, el concierto siguió una clara línea ascendente en cuanto a conexión y comodidad con el público por parte de una Mavi que nos llevó hasta lo más alto con pepinazos de la talla de Yellow, de la cual explicó que era en honor al primer álbum de Coldplay, Love You Long Time, un tema que acentuó por la capacidad que tiene el universo a la hora de criticar una relación amorosa, Ibiza, durante la que enarboló la bandera del orgullo gay, Janet Jackson, la historia detrás del tema la dejamos para otro día, y finalizar con su hit más famoso, Aventura, una oda a sus problemas académicos con el Español. Deseando volver a verla y con la certeza de que en cuanto alguien se fije en ella va a subir directa al estrellato, esperamos repetir en este formato íntimo y familiar antes de que suba como la espuma y se nos escape. Hasta entonces, Mavi Phoenix es mi artista urbana internacional favorita con mucha diferencia.
+ INFO: Mavi Phoenix + Lil Moss / 29 noviembre 2018 / Sala Sidecar (Barcelona) / Precio: 16 euros
