Señoras y señores aquí tenemos una de esas películas que pasan desapercibidas, pero que si la ves jamás te arrepentirías. Auténtica tragicomedia de conexión inmediata con el público que no estereotipa lo ocurrido.
En el interior de un núcleo familiar que sobrevive a los palos de la vida, nos muestra como la vida se ceba con ellos y el diagnóstico de un tumor cerebral, nos muestra como de injusta es la vida.
Problemas cotidianos afrontados con la fuerza de un núcleo familiar inquebrantable, permanecer unidos y mostrar el máximo apoyo a cada miembro, es la medicina a sus males. Grandes dosis de optimismo mezcladas con una montaña rusa de emociones, convierten a Los Hollar en un drama digno de mención.
Dentro del film resaltan dos personajes por encima de todos; Sally Hollar (Margo Martindale) madre afectada por el tumor, luchadora, cargada de optimismo y motivadora oficial de la familia, brillante actuación que refleja el calor e incondicionalidad del amor de una madre; Ron Hollar (Sharlto Copley) hijo desafortunado que todo le sale mal, reflejo exacto de su madre, se toma la vida con humor, aunque esta para él sea negativa, sin duda artífice de los diálogos más ingeniosos y desternillantes.
Se merece una especial mención la banda sonora, muy acertada en su uso ya que nos introduce en un contexto de calidez familiar, su melodía nos transporta otra vez al hogar.
El segundo film de John Krasinski se hace desesperadamente encantadora, haciendo del amor protagonista, nos lo muestra en todas sus vertientes posibles olvidándonos del odio y cargarnos de buenas vibraciones.
Desde mi criterio, esta película es un buen pastel familiar donde todo sale mal, pero todo sienta bien, merece la pena el buen rato que te hace pasar.
