LO DESTACADO DEL PRIMAVERA SOUND

El festival barcelonés cumplió con creces en su edición de 2017 con un elenco de artistas de perfil muy dispar.

Es uno de los festivales más importantes del país, se celebra en el inmenso Parc del Fòrum de Barcelona y a lo largo de sus tres días pasan por sus escenarios centenares de artistas de diversos estilos y categorías: desde punk hasta músicas del mundo, pasando por el rock, la electrónica o el jazz. Todo cabe en el Parc del Fòrum. Todo cabe en el Primavera Sound.

La edición de 2016 nos dejó con la boca abierta; no solo por publicar todo el cartel de una vez, sino por la retahíla de artistas confirmados: Radiohead con su esperado nuevo disco A Moon Shape Pool, el cineasta y compositor John Carpenter, el atemporal Brian Wilson celebrando los cincuenta años de su hijo favorito, Pet Sounds, o el neurocientífico reconvertido en DJ, Floating Points, fueron algunas de las bombas que cayeron sobre Barcelona el pasado año. Así, un servidor y su entorno estábamos más que expectantes sobre quién venía este año. Como era de esperar, la organización repitió la jugada de publicar todo el cartel de una tacada. Olé. Si bien es verdad que el cartel de este año ha sido criticado por su poca ambición y poco factor sorpresa, nosotros nos quedamos más que satisfechos, pues teníamos la oportunidad de quitarnos muchas espinas y de descubrir nuevos artistas desconocidos hasta la fecha.

Este año los más destacados del cartel eran los siempre épicos Arcade Fire, los eclécticos Bon Iver, el grupo del momento The XX, los maestros del trash metal Slayer, la camaleónica Grace Jones y, redoble por favor, el sabio irlandés Van Morrison. Sin embargo, seguro que alguien podría destacar otros grupos y dar mil razones por las cuales deberían marcarse el rojo. Y lo mejor es que no se equivocaría. Ésta es la magia del Primavera, es inmenso y físicamente inabarcable. Irremediablemente vas a tener cada día más de un dilema porque dos grupos a los que quieres se solapan y entre sus dos escenarios hay más de un kilómetro de distancia.

Dicho esto, nuestra intención no es hacer una crónica de nuestro paso por el festival o de reseñar los conciertos más importantes de esta edición; los eruditos del periodismo musical ya habrán escrito ríos de tinta sobre ellos. Nuestra filosofía nos obliga a destacar los conciertos de bandas que no conocíamos o que creíamos que nunca veríamos en directo.

Afghan Whigs

Por motivos contractuales, el jueves llegué al Parc del Fòrum más tarde de lo que me hubiese gustado, pero afortunadamente a tiempo para ver a The Afghan Whigs. La banda de Ohio llegó, vio, y venció. Menudo savoir-faire; qué manera de tratar el sonido. Ángeles con guitarras y violines. El escenario Ray-Ban, a todas luces el mejor sonorizado del Primavera Sound (puede que ayude su emplazamiento a espaldas del mar y enfrente de un semicírculo de gradas que se elevan hasta sobrepasarlo, a modo de teatro griego), se derritió ante la calidez de emanaba de la garganta de Greg Dulli. Estribillos bien arriba, de los que llegan hasta la última fila, riffs de guitarra tratados con maestría y arreglos de cuerda y teclado que empastaban a la perfección haciendo más meloso el rock alternativo y grungie de los de Cincinatti, que ya llevan 21 años dando lecciones de amor al mundo.

S U R V I V E

Mucha expectación nos despertaba también S U R V I V E. Puede que no te suene el nombre, pero si te digo Stranger Things, la cosa cambia, ¿no? En efecto, estos cuatro tejanos son los responsables de la banda sonora de la archiconocida serie. Si también sigues las tenebrosas aventuras de Eleven, Mike y su pandilla, ya te podrás imaginar cómo fue su concierto. Los cuatro miembros, alineados en primera línea del escenario, una disposición que, deducimos, se la deben a los legendarios Kraftwerk, planteaban desde sus sintetizadores un concierto totalmente atmosférico y envolvente. Nada destacaba, nada se echaba en falta. Su universo sonoro se atenuaba por las luces y el humo del escenario Pitchfork. Música ambiental, tenebrosa e inquietante que invitaba a cerrar los ojos, oscilar cual péndulo y dejarse embriagar por cada nota que disparaban sus teclas. Al finalizar el concierto, respiramos hondo un par de veces, abrimos los ojos y volvimos a vuestra dimensión. Hemos sobrevivido a la bestia.

Descendents

El viernes, otra vez por exigencias del guión, llegaba rezagado y corrí raudo al escenario Primavera puesto que el concierto de Descendents era un imperdible en toda regla. Los clásicos del punk californiano hacían acto de presencia. Teníamos ganas de un bolo punkarra. Milo y los suyos desprendían una energía contagiosa que agitó al público hasta tal punto que se armó un pogo que rara vez se repetirá en el Primavera Sound. A destacar el crowdsurfing que se marcó un chaval de apenas 12 años. ¡Eres grande! Descendents nos ametrallaban con temas cortos de apenas 1 minuto, trabajadas líneas de bajo y la voz inconfundible de Milo, que esta vez se saltó la universidad para venirse a Barcelona. Nada más y nada menos que 30 temas cargaron el setlist de la banda, junto a Black Flag y alguno que me dejo, más mítica de la escena californiana.

Front 242

Algunos conciertos después, cayó la noche en el Fòrum y nos volvimos a dirigir al escenario Primavera, pues era el turno de Front 242. Para entender la música techno de hoy en día necesitas mecerte en su cuna europea, Bélgica. Y la oportunidad de ver en directo a estos oriundos de Aarschot nos parecía demasiado buena para dejarla escapar. Front 242 es una de las máximas referencias de los DJs que vivieron la Ruta Destroy, en la lisérgica Valencia de principios de los 90. Son los pioneros de un estilo llamado EBM, Electronic Body Music (no confundirlo con el taladrante EDM), y su música suena como una mezcla de los primeros Prodigy con Chimo Bayo. Una auténtica y oscura rave noventera que invitaba a hacer trampas y bailar hasta la extenuación.


El sábado por fin tenía la oportunidad de empaparme de Primavera y, libre de las cadenas del trabajo, reuní a mis tropas y asaltamos el Parc del Fòrum bien temprano. A las seis de la tarde ya estábamos sobre el terreno. Cómo echaba en falta la versión diurna del Primavera. Listos para encarar la recta final del festival. Calentamos motores con los hindúes Junjun y los australianos Pond, para después ver a uno de los pesos pesados de esta edición, el inmortal Van Morrison. Genio. Tras él, los escoceses Teenage Fanclub nos dieron una lección sobre cómo una banda de power pop debe saltar a escena. Buenas dinámicas, estrofas abajo, estribillos arriba, solos demoledores y ritmos bien marcados. Yo quiero estar en esa banda.


Grace Jones

Personalmente, me moría por ver a la genial Grace Jones. Actriz, modelo, performer y cantante, esta jamaicana todo lo hace bien. Musicalmente hablando, toca todos los palos de la música negra: funk, R&B, algo de disco y, cómo no, reggae y dub. Pero todo pasado por su filtro personal. Tienes que verla para creerla. Y digo verla porque siempre sale al escenario ataviada con excéntricos trajes y peinados. En este caso, se embadurnó de pintura blanca siguiendo el patrón de la piel de las zebras y se adornó la cabeza con una corona de cristales plateados y puntiagudos, una mezcla de puercoespín y bola de discoteca. Además, cantaba sobre un montacargas encima del escenario, lo que le confería más altura y fuerza visual. Imposible parpadear ante tamaña puesta en escena.

Against Me!

Tras Grace Jones, tocaba ver a, sin duda, el plato fuerte del festival, los canadienses Arcade Fire. Se les veía pletóricos y muy extasiados ya que reconocieron que les enamora el Primavera Sound. No obstante, nosotros nos permitimos el lujo de escabullirnos antes del final de su concierto. No es que no nos enamoren, sino que cuando has visto en la pequeña Razzmatazz a un grupo que en cualquier estadio cuelga el cartel de Sold Out, pocas cosas pueden superarlo. (Sí, es cierto. ¡Vi a Arcade Fire en Razzmatazz!). Así pues, nos pusimos rumbo al más pequeño de los escenarios del festival, el Adidas, para ver a un grupo desconocido hasta la fecha pero que nos robó el corazón: Against Me! Punk-rock rebelde y melódico para nuestros oídos. Lo curioso es que el cantante se llamaba Thomas, pero desde 2012 es Laura. Como te imaginarás, todas sus canciones son un canto a la libertad sexual y a la anarquía social. Paz y amor tamizado por veloces guitarrazos. Altamente recomendable este grupo de Florida, no sólo por su particular cantante, sino porque, permitidme la licencia, son la caña.

Muchos buenos grupos y DJs vimos en esta edición del Primavera. Son muchos los que se nos quedan en el tintero y por eso les presento mis sinceras excusas. Los grupos aquí destacados son los que un servidor ha destacado a nivel personal, pero no por ello son dogma. Así pues, la intención de este artículo no es otra que invitaros a repasar el cartel e investigar por vosotros mismos para ampliar vuestros horizontes musicales y, por supuesto, animaros a acudir a la edición del 2018 del Primavera Sound.

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Ivan Reyle / Los Santos, Barcelona Sur