Las mil y una noches (Capítulo 5)

Las mil y una noches
Capítulo 5

(Antes que nada, y como siempre, un aplauso para los ganadores, que esta semana precisamente no era muy fácil ^^: Mónica Sangrador, Jose Antonio Reolid, Txomin Imaz)

Veo que no falláis ni una, así que esta semana voy a ser algo más hardcore!! Así que si la conocéis (y esta es bien difícil) no dudéis en escribirme a mgutierrez2@yellowbreak.com

Episodes es una serie realmente interesante si quieres conocer los entresijos de la industria y es que trabajar en una serie de ficción es algo tan sacrificado como hermoso, y poco tiene que ver ese “glamour” que se le adjudica desde fuera en términos creativos salvo honrosas excepciones.

Cuando hablamos de series de ficción hablamos del nuevo y costoso cine. Hablamos de altísimas super producciones, de obscenos desembolsos de capital económico y humano que por norma general, no comienza a producir beneficios hasta la segunda temporada. Hablamos de mucha gente trabajando en los distintos campos y de una productora que debe manejar con una ferrea planificación todas las variables para minimizar esa apuesta. Mientras más arriesgada sea la idea, más se debe tener todo bien atado, y en muchos casos, tristemente se coarta la creatividad del producto con intención de minimizar ese riesgo y asegurarse a un público general que está acostumbrado a lo mismo de siempre y le duele probar cosas nuevas.

En Episodes nuestros protagonistas ven como su idea (una idea de éxito en Inglaterra) se pervierte para agradar al público norteamericano. Es una serie muy autocrítica con un metalenguaje muy agudo e irónico y que se refuerza con un Matt Leblanc (rectifico; un magnífico Matt Leblanc) que se autoparodia como aquella estrella que se apaga tras su fogoso éxito en Friends y al que quieren meter en la serie a puñetazos para garantizar su éxito. Episodes quiere que te rías, y que conozcas un poco más del hermoso mundo que rodea a las series de ficción, lo bueno y lo malo.

Y hablando de las tortillas de plátano ¿Os acordáis del boom de las spoof movies? Si, ya sabéis, ese género que consistía en parodiar géneros y películas, a veces con gran acierto (Scary Movie) y otras con gran vergüenza (Meet the Spartans o Casi 300 en España). Durante esa época en la que los peores guionistas de la MTV estaban en auge y eran taquilla segura surgió en Inglaterra una serie que trastocaba con su absurdo humor todos los clichés de la fantasía épica.

¿Y cuál es el resultado? Un guerrero cuya flamante espada de fuego la pierde cada dos por tres y la cual tiene grabado una aparente “inscripción élfica” que en realidad son los garabatos que escribió su padre analfabeto. Una guererra pagana (¿Elfa sin copyright?), un mago completamente inútil, un tío grande y feo (Orco sin copyright) con una puntería de mierda con la ballesta y el amante del mentor de nuestro protagonista son el irreverente grupo que deberá luchar contra el malvado canciller Dongalor, un villano tan absurdamente malvado como hilarante y con un actor tan grimoso como fantástico que no durará en comerse la pantalla con sus pataletas de “malo maloso” ya sea intentando frustrar los planes de nuestros protagonistas, o mandando ejecutar a cualquier mensajero que le traiga malas noticias.

La serie bebe mucho de influencias y del humor absurdo que destilaban “las locas aventuras de Robin Hood” o “La loca guerra de las galaxias” pero adaptado al boom que tuvieron películas como Scary Movie, Date Movie y/o similares.

Esto hace que el humor tontuno se mezcle con los chistes verdes dando una producción inmadura pero sumamente divertida que no escatimará en golpes para hacerte soltar una sonora carcajada. No es la mejor serie del mundo (ni trata de serlo), pero en el corto recorrido de sus 6 capítulos busca que desconectes y que prime la comedia. A esto le añado que la serie es menos conocida que las fotos nítidas del monstruo del lago Ness y que si eres de los afortunados en conocerla, no dudes en mandar tu respuesta a mgutierrez2@yellowbreak.com