“ Sumidos en el caos y perplejo por los notorios avances del villano mundial; las posibilidades para salvar la mundo se resumen en opciones muy remotas. Sin apenas margen de movimiento la desesperación se apodera de la realidad mundial y el camino a tomar es dejar el ego aparte”
Señoras y señores siempre es difícil presentar una segunda parte cuando la primera ha sido tan buena y ha conseguido darle una vuelta más a lo establecido. Pues eso es sin más los que ha pasado en esta película.
Una muy digna segunda parte donde hace las delicias de la primera, la cual es referenciada constantemente con menciones y guiños para memoria de los más nostálgicos.
Una secuela de libro con todos los elementos necesarios para gustar a los fans y a los que todavía no lo son. Nos ofrece todo lo atractivo de la primera, incluso me antevería a decir que lo mejora. Y os preguntareis ¿Como lo mejora? ALERTA SPOILER. En la trama principal se recuperan personajes olvidados de la primera película y si, mueren otros igual o más carismáticos.
Aunque si algo hace atractiva a esta película, es la maravillosa dirección y el arte a la hora de rodar las escenas de acción, ya que hacen de esta un film con mucho ritmo, que desde la primera escena no deja descanso.
Es una película entretenida hasta la medula, donde no hay tiempo ni al relax, ni al no pasa nada que no sume ya que muy fiel al cómic y no se le escapa ningún detalle.
Con una escenografía violada de James Bond, el humor ingles se ve enfrentado a la soberbia americana, pues el choque de egos entre ambos, se plasma perfectamente entre las dos agencias de espías.
Una gran segunda película que hará la delicia de los fans de esta saga, que si no has leído los cómics tendrás ganas de leerlos.
