Juego de ladrones: Elige bando

Juego de Ladrones

Elige bando

Christian Gudegast es un director novato. De hecho, Juego de Ladrones (o Den of Thieves) es su ópera prima, y es meritorio que se haya arriesgado a empezar con un proyecto tan ambicioso. Aún con todo, no es su primer rodeo en el mundo del cine, ya que Gudegast es guionista de películas de renombre como la irregular Diablo o la famosa Objetivo: Londres, donde también comparte equipo con Gerard Butler. La trayectoria es de película de acción palomitera sin pretensiones, pero Juego de Ladrones intenta ser algo más.

Tiene tiros, y muy bien resueltos. Sin embargo la película se toma la molestia de ahondar en sus personajes haciendo que la intención de crear bandos por parte del espectador se diluya en la tópica de atraco a un banco, en la que estamos acostumbrados a seleccionar “buenos” y “malos” entre policías y ladrones según el atractivo físico de los integrantes. No, si algo me ha gustado de la película de Juego de Ladrones, es la capacidad para darle el testigo al espectador y que el mismo juzgue. Ni los polis son tan buenos, ni los ladrones tan malos, algo que ya nos quiso enseñar The Wire cuando salió a codazos por encima de la plaga de CSIs clónicos que inundaban los seriales policiacos en televisión. No, Juego de Ladrones es un thriller de acción, y saca la artillería pesada cuando hace falta, y muestra y describe emociones al espectador cuando considera necesario.

Big Nick (Gerad Butler) estará en el lado de la ley donde regalan placas y dedicará su tiempo en intentar atrapar a Ray Merrimen (Pablo Schreiber), un famoso atracador de bancos que planea el golpe más ambicioso jamás llevado. Como podemos ver, el argumento no es que sea para tirar cohetes vitoreando originalidad, y lo cierto es que viene acompañado por los clichés típicos de este tipo de género. Además, hay que decir que hablamos de una película de ritmo lento (con una media hora inicial que puede ser hasta un poco estresante) en el que el argumento se toma su tiempo para arrancar y nos presenta a los personajes a base de mostrarnos su personalidad en la forma de resolver situaciones triviales de su vida cotidiana. ¿Qué ocurre? Si vas lento para mostrarme un personaje nuevo es de agradecer… si vas lento para mostrarme un personaje cliché ya visto en mil pelis distintas puedes llegar a cansar. Aún con todo y poco a poco, la película gana agilidad y se convierte en puro divertimento mientras intenta (y en mi opinión, consigue) arrastrar tras de sí la profundidad y el interés que ha generado sobre sus personajes.

Por otro lado, si bien los personajes principales me han gustado bastante, también hay cierta irregularidad en sus presentaciones. Dan la sensación de que algunos protagonistas son secundarios venidos a más y eso no es justo en unos personajes en los que recae un peso de protagonismo. ¿Y qué sensación me da todo esto? Si el bueno de Gudegast ha considerado necesario gastarse 40 minutos de tu vida en presentarte tan profundamente a unos personajes y dejar en el purgatorio a otros me lleva a pensar que tal vez Den Of Thieves estaba pensado inicialmente como una serie de televisión… Donde el tiempo esta para regalar y desperdiciar.

Audiovisualmente la historia se nos cuenta con mucho mimo en su fotografía, aunque si bien es verdad, que en cuestión de planos no intenta resaltar sobre la narrativa (su mayor baza), usando los planos “de manual” y sin salirse mucho del tiesto. Para finalizar, en su ritmo y como ya he dicho antes, el film es algo irregular. Con un principio lento en una trama ya de por sí “perezosa” de arrancar, pero que cuenta con una segunda mitad con un cohete en sus posaderas. Ágil y con el ritmo adecuado para que su climax sea un gozo y disfrute. A esto le ayuda también unos tiroteos y unas escenas de acción que están realmente bien resueltas y que llevan aquel dicho de “el diablo está en los detalles” hasta un próximo nivel, en el que sientes que cada tiroteo es feroz y descarnado haciendo que la tensión se haga notar… pues a fin de cuentas estamos entre una película de “bandos”, no hay buenos o malos en los que elegir con tranquilidad. Esto hace que cada tiroteo se sienta peligroso, pues una parte de ti, no sabe de qué lado ponerse.

En conclusión, Juego de Ladrones es una película con mucho potencial en su propuesta que tal vez hubiera quedado mejor como una serie de televisión ¿Me ha gustado? Si ¿La recomiendo? Sin duda, y más si has bebido de la teta del cine de los 90 de acción donde cada balazo tenía pinta de doler un huevo.