El Leonardo Hotel Madrid City Center abre sus puertas
El Hotel Leonardo se viste de gala. Era la noche de las estrellas, su noche. Todo a una carta. Todo o nada. Esta reinauguración tenía muy buena pinta y las expectativas de los medios eran bastante altas. Más les valía no marcarse un overpromise o le castigaríamos con el látigo de nuestras palabras.
La noche comenzó serena, con unas copitas de champagne, del bueno claro, y con unas chicas tocando el violín a la entrada. Todo un gustazo.
Todo cuidado, medido al milímetro y perfectamente alineado.
Pero el orden dejó paso a la locura según avanzaba la noche. Una locura que nos encantó y sorprendió a partes iguales. Una especie de juego de rol a través de diferentes espacios del hotel nos sorprendió al entrar en el ascensor.
Conciertos improvisados en las habitaciones, un espectáculo de flamenco en una suite y hasta un mago en las escaleras que parecía haberse perdido, fueron el hilo conductor del recorrido. Una forma diferente de conocer las tripas de un hotel.
Esto, sumado a la exquisita redecoración de las habitaciones, modernas y confortables, con un toque urbano, hicieron de la noche una experiencia suficientemente atractiva como para ganarse el favor de que lo recomendemos a nuestros conocidos cuando vengan a visitar la capital.
Un patio interior a doble altura, con un cóctel de acompañamiento elegante y sabroso, regado por unos mojitos que batieron todos los récords, puso la guinda a un hotel que ha sabido presentarse de una forma diferente, para realzar a una cadena que sigue conquistando el mundo.
