GENE SIMMONS

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La cara es un fiel reflejo del alma

PERTENECE AL BLACK BIRD: Más que pájaro podríamos llamarle pajarito. Aquí el buen hombre a sus 66 años ni bebe ni se droga a diferencia de muchos de sus compañero de ‘bandada’ pero tiene un enorme problema con la contención sexual. Eso sí, Simmons considera que el amor y el matrimonio son los verdaderos exterminadores del buen sexo. Un encanto el buen hombre.

NACIÓ: 25 de agosto de 1949 en Haifa (Israel)

SU FAMA: Gene Simmons consiguió su fama tras fundar el grupo de heavy metal y hard rock, Kiss. Con sus maquillajes y estrambóticos disfraces, además de unos potentes directos, Simmons consiguió convertir a su grupo en la referencia internacional de su estilo musical.

SU ORIGEN: Gene emigró a EEUU con su madre desde su Israel natal. Un concierto de los Beatles en 1964 le hizo decidirse por la música después de haber pasado toda su infancia y adolescencia volcado en la ilustración de historietas.

SU LEGADO: Además de por la creación del grupo Kiss, Simmons será recordado como productor por ser el descubridor de Van Halen. Por si esto fuera poco, el logro más grande de Simmons como representante, es haber sido dirigido la carrera, nada menos, que de Liza Minnelli, y el impulsor del regreso artístico de la diva, tras un paréntesis de 5 años en el anonimato.

SU LADO BUENO: Su capacidad para reconocer el talento cuando lo veía es legendario. Tomar decisiones difíciles tampoco era un problema para él, como cuando echó del grupo a Vinnie Vincent en 1984 por cuestiones éticas que nunca han sido aclaradas. 

SUS PEORES MOMENTOS: Es un mujeriego y un misógino reconocido. Después de comentar su opinión sobre el matrimonio y la familia ahora es novio de Shannon Tweed, y ya tiene dos hijos, Nicholas y Sophia. Pero no por eso sus correrías sexuales se han coartado; por el contrario, el trofeo más preciado de Gene es portar un álbum con más de 4.000 fotografías, de las mujeres que compartieron una cama con él en sus giras del rock and roll. Gene tiene el curioso hábito de fotografiarlas con su Polaroid y exhibirlas como trofeo de cacería, hecho que le valió la fama de machista incurable, incluso conservador, fuertemente criticado por los sectores progresistas. Encantador el ‘caballero’.

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