FOO FIGHTERS: SU CONCIERTO SECRETO EN LA SALA BARTS DE BARCELONA

YellowBreak asistió a la presentación del nuevo disco de la banda del ex-Nirvana Dave Grohl en un concierto secreto ante un reducido público.

Cuando una banda de largo recorrido y reconocimiento mundial como Foo Fighters anuncia que publicará nuevo material, necesariamente se inicia un runrún entre los fans y amantes del rock and roll que va creciendo a medida que se acerca la fecha de publicación del disco: ¿estará a la altura de sus predecesores?, ¿por dónde pasará su gira de presentación?

Pues bien, el 15 de septiembre Dave Grohl y los suyos publicarían su noveno álbum, Concrete and Gold, y nosotros llevábamos con ese runrún desde que en junio pudimos escuchar en la radio su primer single Run y, un mes después, segundo adelanto The Sky is a Neighborhood. A medida que se acercaba la fecha, crecían nuestras ganas de saborear el disco entero. Pero la cosa no acaba ahí. Tres días antes de la fecha, nos llegó un chivatazo desde la redacción de YellowBreak en Madrid: Sony Music, la discográfica de la banda, organizaría un concierto secreto en Barcelona el día después de la publicación de Concrete and Gold. Cuando nos confirmaron los pases, dimos gracias al Dios del Rock por tamaño privilegio ¡Estudio Los Santos sería testigo! La víspera del concierto Sony nos reveló el enclave: Sala Barts. Una de esas bandas de rock que podría anunciar sold outs en el Palau Sant Jordi o el mismísimo Wembley tocará en una sala delante de unos 300 privilegiados.

Con retrasos… pero un inicio impactante 

Llegado el día F, bajamos la avenida Paral·lel hasta la Barts y nos topamos con una cola que daba la vuelta a la manzana. Serpenteando hacia el interior, advertimos cierto brillo en los ojos de cada uno de los asistentes que habíamos podido hacernos con tan preciado billete.  Al entrar, nos desvían a la platea de la sala puesto que el foso ya estaba copado por los fans acérrimos más madrugadores. Nos tocaba verlo desde las alturas. Si bien no podíamos sentir el calor de las primeras filas, nuestras vistas eran privilegiadas: el escenario en visión panorámica. Ya estábamos listos.

 A la hora en la que se suponía iba a empezar el concierto, nos tocó respetar que los pipas realizaran la prueba de sonido. Una espera que se nos hizo eterna. Pero nadie dijo que la autopista al infierno fuera corta. Así pues, una hora más tarde de lo previsto,  Foo Fighters saltaron al escenario de la Sala Barts.

El inicio del concierto fue uno de los más impactantes que recuerdo. Se desvirgaron con una joya de su primer álbum, I’ll steak around, para empalmarla con la favorita de un servidor, All my life. Sentí electricidad en las venas al oír el palm mute inicial. Sin tiempo para absorber tanta energía, Foo Fighters nos lanzaron uno de sus temas más de estadio: Learn to Fly. Vaya hat-trick de clásicos para empezar el bolo. Seguidamente, recordamos que los Foo presentaban su nuevo disco ya que estrenaron The Sky is a Neighborhood y Laa Dee Da. Su sexta bala fue The Pretender, tema en el que la Gibson de Dave Grohl y la Fender del guitarrista solista Chriss Shiftlet se enzarzaron en una épica batalla de solos para delicia de los fans.

-“Who likes rock and roll??!!”

Foo Fighters ya se habían ganado al público con este inicio digno de premio.  Sin duda, Dave Grohl, cerebro y corazón de la banda, sabe lo que hace. Su manera de moverse en el escenario es atrayente: siente cada riff que toca, cada nota que sale de su guitarra y cada grito de su garganta. Y qué decir de su cabeceo. Hacía pasear su melena al viento (o al ventilador tras el monitor) tensando su mandíbula como en una electrocución; muchos decibelios le recorrían el sistema nervioso. Ante tal exhibición de compromiso y actitud R’n’R, no quedó sino hincar la rodilla en señal de sumisión y agradecerle que toda esa fuerza la canalizáramos 300 privilegiadas almas en la Sala Barts de Barcelona.

Con el respetable en el bolsillo, la banda bajó un tanto el ritmo y su siguiente tramo estuvo repleto de medios tiempos y canciones melódicas. Habían perdido la fuerza del embiste inicial pero lo suplían con estribillos coreados a pleno pulmón por un fiel ejército de seguidores. Hablamos de estribillos de la talla de los de These Days o My Hero. Entre tema y tema, Dave Grohl se dirigía al público con alguna anécdota o chiste, intercalados con alguna balada como Skin and bones o canciones lentas como la nueva Sunday Rain, que hicieron que el concierto se tornara algo monótono para los no incondicionales.

Sin embargo, Foo Fighters dieron un giro de 180º cuando dispararon otra ráfaga de perlas como Monkey Wrench o Times Like These. Ya olíamos el final del concierto y los Foo nos rociaban con sus antiguos Breakout o This is a Call para, incomprensiblemente y contraviniendo las órdenes del público, pasar a la amorosa Big me. A los fans no les sentó bien esta vuelta atrás. Por suerte, cuando sonaron los primeros acordes de Run, el primer single de Concrete and Gold, la banda volvió a acelerar para ya no frenar hasta el final. El público no les volvería a perdonar otra licencia, así que Grohl y compañía echaron el resto con Best of You, Sean, y Everlong. Un espectáculo para la posteridad.

Conclusiones

Foo Fighters habían ofrecido un concierto para el goce y disfrute de sus fans. En tres horas de actuación cupieron temas de todos sus discos, batallas de guitarras, discursos y algún que otro guiño a otras bandas como Ramones, Queen o The Knack. Un concierto que, si bien para los no devotos pudiera haber resultado un tanto largo, hizo las mieles de cualquier incondicional. Foo Fighters concentraron  su artillería capaz de arrasar un estadio en la Sala Barts ante un público menos numeroso pero más entregado.

En la presentación de su noveno trabajo Concrete and Gold, comprobamos que Dave Grohl y sus guerreros tienen cuerda para rato. Kilómetros. Su nuevo disco, repleto de coros, arreglos jazzy y pesados riffs y en el que han colaborado pesos pesados como Paul McCartney, profesa un nuevo sonido que se complementa a la perfección con el clásico sonido Foo. De momento, sólo han anunciado gira por América y Oceanía, pero esperamos que pronto anuncien más fechas en otros continentes.  Eso sí, esta vez ya tocará verlos desde la lejana grada.