El viernes 4 de mayo llegará a los cines de toda España Roman J. Israel, ESQ., escrita y dirigida por Dan Gilroy y protagonizada por Denzel Washington, Colin Farrel y Carmen Ejogo.
Roman J. Israel, ESQ. se ambienta en las entrañas del sobrecargado sistema de justicia penal de Los Ángeles. Denzel Washington interpreta a un abogado defensor idealista y motivado, cuya vida da un vuelco cuando muere su mentor, un icono de los derechos civiles. Cuando a Roman lo fichan para incorporarse a un bufete encabezado por uno de los antiguos estudiantes de esa legendaria figura, el ambicioso abogado George Pierce (Colin Farrell), y se hace amigo de una joven defensora de la igualdad de derechos (Carmen Ejogo), se produce una turbulenta serie de acontecimientos que pondrá a prueba el activismo que ha definido la carrera de Roman.
En Roman J. Israel, ESQ., el guionista y director Dan Gilroy se une al ganador del Óscar en dos ocasiones Denzel Washington para crear el retrato de un hombre complejo y lleno de matices, que se ha pasado la vida luchando por los derechos de los demás, y ha pagado un alto precio por su activismo. “Para Roman, el mundo es una zona de guerra, y él nunca ha abandonado el frente. Es una bendición y una carga”, explica. “El activismo se puede cobrar un gran precio emocional, pero la contrapartida es el hecho de saber que te estás convirtiendo en el cambio que deseas ver en el mundo, que estás haciendo del mundo un lugar mejor. Ese es uno de los elementos clave de la película: la importancia de creer en algo y la carga que a menudo conlleva esa creencia”.
Gilroy escribió el guion por iniciativa propia específicamente para Washington, convencido de que era el único actor que podía dar vida al personaje. “Escribí esta película para Denzel por su talento y porque Denzel es un hombre que cree en la dignidad humana y en el espíritu humano. Sabiendo cómo es Denzel en la vida real, aporta esa parte de sí mismo a este personaje”.
Roman Israel es un personaje que se rebela continuamente contra lo que percibe como un sistema amañado. “Roman ha pasado 40 años trabajando en el anonimato, luchando por los desposeídos e infrarrepresentados”, explica Gilroy. “Ha sido su pasión devoradora”.
Roman ha dedicado su vida a servir a la comunidad, pero se siente incómodo en público, tan incómodo, de hecho, que a menudo se ve incapaz de evitar llegar demasiado lejos. Su torpeza está en su andar, en su forma de hablar, en cada átomo de su ser. “No tiene filtro”, explica la productora Jennifer Fox. “Es incapaz de ceder. Va a decirte la verdad, la cruda verdad, aunque puede que no quieras oírla. Es tan idealista, tan puro, tan moralmente franco que no tiene paciencia con la gente que no ve la justicia igual que él, y es incapaz de negociar. Acaba haciendo daño a la misma gente que intenta proteger”.
Más que simplemente contratar a un actor para un papel, Washington se embarcó en el proyecto como productor, junto a Jennifer Fox y Todd Black. Washington colaboró con Gilroy durante un año antes de empezar a rodar. Durante la preproducción, Gilroy y Washington se reunían en una recreación del decorado del apartamento de Roman, para hablar del guion, la música y otros aspectos de la vida de Roman que pudieran ayudar a Washington a crear el personaje. Tras el rodaje, Washington pasó dos semanas en la sala de montaje con Gilroy, ayudando a poner a punto el filme.
El vestuario, el maquillaje, la peluquería o los escenarios se convirtieron en herramientas para crear un personaje que estamos seguros que proporcionará muchas alegrías, totalmente merecidas, a Denzel Washington cuando comience la temporada de premios.
