ENTREVISTA A JUAN CARLOS MÉNDEZ GUÉDEZ

Con motivo de la publicación de su nuevo trabajo, El Baile de Madame Kalalú (Siruela), Yellowbreak ha charlado con Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto, Venezuela, 1967) sobre su obra y su vida.

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Si algo tiene de bueno cada nuevo libro publicado por una editorial es la oportunidad que tienen los lectores de engancharse a un autor que, hasta ese momento, le era desconocido.

Han pasado más de 20 años desde que Juan Carlos Méndez Guédez decidió afincarse en España y, en este tiempo, ha escrito nueve novelas y seis libros de relatos. Árbol de luna (Lengua de trapo, 2000), Una tarde con campanas (Alianza, 2004), Tal vez la lluvia (DVD, 2009), Chulapos Mambo (Casa de Cartón, 2011), Arena negra (Casa de Cartón, 2013) o Los maletines (Siruela, 2014) son títulos con los que este venezolano nos ha abierto, a lo largo del tiempo, una ventana a su yo más melancólico, comprometido y, ¿por qué no?, pícaro. 

El-baile-de-madame-Kalalu-685x1024La historia de El Baile de Madame Kalalú nos trae las peripecias de la cabecilla, Emma (o Mabel, o Natacha, o tantas otras!), de una banda de ladrones y estafadores de arte. En esta historia, en la que se mezcla el amor, la aventura y el humor, vamos conociendo, poco a poco, a este personaje que hará las delicias de todos aquellos lectores que creen que un escritor (hombre) nunca será capaz de construir un buen personaje de mujer. 

Con esta nueva novela, Juan Carlos Méndez Guédez, nos presenta una maravilla de personaje femenino que, con un poco de imaginación, podrías imaginar en la gran pantalla con la cara de aquellas actrices de los años cincuenta. La protagonista de El Baile de Madame Kalalú, Emma, podría ser perfectamente una revisión del personaje de Marnie, la bella ladrona que Hitchcock inmortalizó, con un toque caribeño. Mucho menos traumatizada, más alegre, divertida y amante de la belleza, también menos rubia y más ‘caderona’, pero mucho más vibrante. A lo largo y ancho de sus páginas Juan Carlos Méndez Guédez nos deja claro que su Emma nunca le hubiera hecho ascos al Sean Connery de la famosa película.

Tomando de inspiración para el título de su novela una canción de Rubén Blades y Willie Colón, Madame Kalalú, esta historia es buena novela negra contada a ritmo de salsa. 

La trama presenta un argumento siguiendo la más pura tradición de la literatura picaresca. Personajes desastrados y zafios, barrios peligrosos, mafiosos, intrigas, encuentros y desencuentros que llevan a esta Emma de las mil caras a una situación en la que, sin verse derrotada, se verá atrapada. Las situaciones descritas en el libro son divertidas por sí mismas. La necesidad de conversar durante su obligado encierro acerca a la protagonista a la única persona que habla su idioma, una monja en coma, situación que no le impide mantener divertidos monólogos en los que ella misma se pregunta y se contesta. Diálogos maravillosos que te llevan a amar a este personaje y a desear que las páginas no se acaben nunca.

DSC_0415_modif_sin-copybEl personaje femenino enamora desde la primera página. ¿Te ha costado mucho construirlo?

“Pues no, porque es un tipo de personaje que me gusta mucho. He vivido siempre rodeado de mujeres y siempre he tenido la curiosidad por este tipo de personalidad.” En sus propias palabras “la protagonista es una mujer que no espera a nadie, combativa, brillante y apasionada, como las mujeres que rodearon mi infancia.”

Siempre se piensa que cada historia o personaje tiene un poco de su autor. ¿Qué ha heredado Emma de ti?

“Lugares, ciudades. Caracas, Madrid, Salamanca, New York o Puerto Rico son ciudades que le he prestado y que para mi significan muchas cosas. Emma y yo tenemos en común la ubicación geográfica y también el amor por la belleza.”

¿Tal vez tu admiración por Xavi Hernández, tu odio por Warhol o tu pasión por Pollock? (No perderse la referencia a la construcción de juego del centrocampista del Barça y su comparación al trabajo de Emma distribuyendo los trabajos delictivos).

“Pues es cierto que con la mención a Xavi Hernández quería acabar, un poco, con el prejuicio de que las mujeres no saben de fútbol. Una amiga mía me dijo hace tiempo que la prensa rosa de los hombres son los periódicos deportivos. Yo creo que los tiempos han cambiado y que ahora las mujeres son igual de capaces de hablar de fútbol que un hombre. En el tema de los pintores sí que es cierto que coincidimos menos. Yo no odio a Warhol pero me pareció que un personaje tan apasionado debía de tener pasiones infinitas de amor y de odio. Y aquí es cuando el personaje comienza a tener personalidad propia.”

Me encanta la sencilla construcción de la historia que te lleva de la primera a la última página sin darte cuenta. ¿Fue más difícil de escribir de lo que resulta de leer?

“La novela surgió sola, de hecho yo estaba escribiendo otra historia cuando imaginé El baile de Madame Kalalú. Hay momentos en los que una historia te alcanza y hay que dejar lo que estás haciendo para escribirla. En la mayoría de las ocasiones las dificultades surgen cuando no logras conectar con un personaje, pero con Emma la relación surgió de forma natural. Cuando encuentras un personaje que conoces en la intimidad, al que ves crecer y fortalecerse, entonces solo te limitas a disfrutarlo. Las dificultades surgen a posteriori cuando hay que encajar las piezas de la trama. Cuando hay que buscar un cierto equilibrio entre las anécdotas y los hechos para que el argumento sea creíble. Así que podría decir que, la primera versión fue muy placentera pero los agobios y las angustias vinieron en la segunda vuelta cuando hay que asegurarse de que todo es correcto.”

La historia te deja con ganas de más, ¿va a tener una continuación?

“No exactamente. Existe la idea de hacer una novela con un personaje femenino que es cercana a la Emma de El baile de Madame Kalalú.

¿En qué género incluirías esta novela?

“Una de las cosas maravillosas de la novela como género es que cabe todo. A mí me gusta mucho la mezcla y me sale de manera natural. Cuando me pongo a escribir comienzo haciendo una novela con una idea y luego comienzo a intuir que apunta maneras de novela negra, de comedia romántica, de novela picaresca. La historia comienza a tener vida propia. Yo lo llamaría una novela de fusión.”

El baile de Madame Kalalú es muy diferente de tu anterior novela, Los Maletines (2014) ¿fue premeditado? ¿Por una necesidad de romper el tono?

“Sí, porque la novela anterior fue muy dura. Los Maletines es una historia potente pero muy oscura y necesitaba tomarme un respiro. Aunque El baile de Madame Kalalú es una historia divertida también tiene unos momentos dramáticos que se compensan. La combinación de registros es lo que más me gusta ofrecer al lector.”

Eres un escritor muy prolífico que nunca deja de escribir. ¿En qué estás trabajando ahora?

“En octubre saldrá publicado un libro de cuentos con la editorial Páginas de Espuma que se llama La Noche y yo, son tres relatos relacionados siempre con la pasión por leer. Y además, estoy escribiendo otra novela sobre una amiga de la protagonista de El baile de Madame Kalalú, que resuelve casos ayudada por la brujería. Pero este último está en proceso de creación y hasta que no se encuentre en la mesa del editor yo no lo doy por terminado.”