El hombre de tiza / C.J. Tudor

Escalofríos y adicción a parte iguales

por Charo Sardina

El hombre de tiza es el primer libro que de verdad me ha gustado de cuantos he leído este verano. Es una novela de intriga, muy original y, como no podía ser de otra manera, con un final sorprendente.

Esta es la primera obra de C. J. Tudor, una escritora británica que ya muchos comparan con Stephen King. Una redactora y presentadora de televisión que ha cambiado su vida anterior para dedicarse a escribir novelas de misterio.

La historia de El hombre de tiza se desarrolla en un pequeño pueblo británico. El protagonista y narrador es Eddie, primero como un niño de 12 años y después cuando ya ha cumplido los cuarenta. Los acontecimientos que marcan la historia se desarrollan en 1986 cuando nuestro personaje es un preadolescente que se ve envuelto en unos accidentes, muertes y acontecimientos extraños que terminan marcando su vida.

El libro está contado a saltos, como es muy común ahora. Primero habla el Eddie de 12 años contando sus inquietudes y su visión de un mundo en el que pasan cosas extrañas sin mucho sentido. Un mundo que comparte con sus padres, unos personajes diferentes según él mismo, y con sus amigos, la pandilla de toda la vida. En el siguiente capítulo, las historias nos llegan de la mano de Eddie adulto, un hombre de mediana edad que sigue viviendo en el pueblo que le vio nacer y que, de momento, no ha encontrado sentido a una sociedad que sigue portándose extrañamente con él.

Así, se van desarrollando los acontecimientos, hechos del pasado que no se difuminan con el tiempo sino que siguen la estela de Eddie cuando ya se ha convertido en un profesor universitario. Huelga decir que un viejo juego con tizas encadena toda la trama. El final, tan escalofriante y sorprendente como solo una buena ficción de misterio podría ofrecerte.

En esta historia hay mucha filosofía práctica y algo crítica, tanto del Eddie joven como del adulto, una forma de razonar que tocará la fibra más sensible del lector o, quizá, afianzará una forma de pensar más que realista. Muchas opiniones que enriquecen una novela que puede ser más que un estupendo libro de suspense.

El hombre de tiza es de verdad una novela que engancha, que juega con el lector porque este a veces se siente perdido y al tiempo ávido en saber por dónde van los tiros. Produce una mezcla de escalofríos y adicción al mismo tiempo que no te dejará cerrar sus páginas.

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