CONCIERTO EN BARCELONA

C. Tangana, el Ídolo en llamas

C. Tangana realizó la demostración de poder más contundente de la música urbana sobre un escenario. Àlex Caballero fue testigo de este concierto y esta es su crónica.

Después de ejecutar un más que estudiado y efectivo plan de marketing, subir como la espuma hasta copar el underground, sonar en las radios de moda, fichar por Sony, recibir todo el respaldo digital de Spotify, petar la Gran Vía madrileña con el cartel promocional más grande que ha puesto jamás un artista en esa localización y conseguir llevar el concepto de música urbana actual a un recinto de medianas dimensiones, la culminación del Ídolo creado por C. Tangana nos llegó el pasado viernes en la sala grande de la Razzamatazz en Barcelona, en la que sin conseguir un contundente sold-out nos encontramos con una sala prácticamente llena, ofreciendo un show capaz de competir con algunas de las superestrellas actuales del mainstream en el que la pirotecnia, las proyecciones, las pole-dancers, los bailarines y los trucos visuales fueron los ingredientes perfectos en un show digno de los grandes.

Previo calentamiento con un Sticky M.A., acompañado de Fabianni a la mesa, sorprendentemente predispuesto a cantar dejando el playback bastante de lado, algo que no sabemos hasta qué punto es mejor o no una vez comprobada la pobre habilidad de éste al micro, hay que admitir que Sticky hizo exactamente lo que hacía falta, calentarle a Puchito la sala para que la gente tuviera una ración previa de trap al más puro estilo AGZ. Su setlist se compuso de muchos de los temas que canta en el Siempre, segundo largo del colectivo Agorazein, además de soltar algunos de sus hits en solitario como el famoso YanoaY o el más reciente Humo y Alcohol producido por el maestro Steve Lean.

Con una entrada estelar que incluyó gimmick para quedarse con todo el mundo, C. Tangana salió al escenario de la sala Razzmatazz para incendiarla y dejar a todo el mundo boquiabierto, algo que consiguió con creces desde el minuto cero. Dispuestos a disfrutar del circo visual y mediático que representa ese Ídolo (personaje) creado por uno de los artistas más visionarios de los últimos años, nada hacía presagiar el despliegue de medios que íbamos a presenciar durante esa histórica noche. Apoyado en los ritmos y los efectos de Fabianni y Alizzz flanquéandolo a ambos lados del escenario con sus respectivas mesas, haciéndolo sonar todo lo más gordo posible y lo más cool del universo conocido, la (falsa) entrada de C. Tangana a ritmo de Tiempo desde una tarima elevada en el escenario por encima de los DJ’s saliendo de una descomunal pantalla dividida en dos en la que se proyectaban algunas de sus fotos promocionales quemándose, fue uno de los golpes de efecto más gordos del concierto metiéndose al público en el bolsillo desde el inicio del show. Pero el shock de entrada no quedó ahí, sin necesidad de acabar el tema y siguiendo los focos que empezaron a desplazarse del escenario para apuntar justo al fondo de la sala, a medida que sonaron los primeros acordes de Caballo Ganador vimos a un Tangana subido en la marco de la mesa de sonido dispuesto a cruzar toda la sala cantando y andando entre un público alucinado hasta niveles máximos. Algo que tiene una doble lectura muy reflexiva, os puedo tomar el pelo en cuanto quiera y jamás me vais a criticar por ello aunque os lo descubra.

Obviamente los hits de(L) Ídolo sonaron como algunos de los más esperados del concierto, No Te Pegas, De Pié, Pa Que Brille, Espabilao, pero sin duda alguna, más allá de ese medio fallido experimento de versión estrambótica y rimbombante de 100k Pasos, en la que salieron a colaborar dos guitarristas y Stiky M.A. como los momentos más intensos y míticos se vivieron con temazos de la talla de Persiguiéndonos, Mala Mujer, Pop Ur Pussy, Guerrera, momento en el que aprovechó para felicitar a su compañero Dellafuente por su reciente disco de oro obtenido por las descargas de ese rompepistas que ha compuesto junto a Tangana y Alizzz, o las pullitas incluidas a Kaydy Kane en Still’ Rapping, momentazo histórico en toda regla. El ingrediente gracioso y curioso del set-list lo puso el propio Tangana cuando, teniendo a toda una sala pidiendo a pleno pulmón ese descomunal hit junto a Rosalía titulado Antes de Morirme y esperando a que Alizzz soltara el ritmo, Tangana esputó un “esta la cantáis vosotros que a mi me da la risa“, y no soltar una letra en todo el tema apuntando con el micro en todo momento a un público derretido más allá del éxtasis.

Teniendo en cuenta que ha sido una de las veces más lo he visto cantar realmente al micro, estamos hablando de más o menos un 50% de playback y el otro 50% de directo real, y valorando muy positivamente un show que supera con con creces todo lo ofrecido por Tangana en el pasado y también notablemente el reciente espectáculo de Yung Beef en el Apolo, poco ha durado el efecto de esa jaula de 10×10 mts. posicionada en medio de la sala más antigua de Barcelona, no hay nadie en la escena urbana nacional capaz de quitarle las chapas al auténtico héroe, Dios y mito que ha sido capaz de crear C. Tangana. Obviamente el Ídolo se ha comido al personaje y el personaje se ha comido a la persona, objetivo cumplido.

Pero detrás de todo ese circo, la polémica, los beefs y toda la parafernalia mediática que rodea a C. Tangana, lo más interesante de todo ésto es lo que dice la persona. Antón Álvarez, su visión, la predisposición a exponerla, a desmenuzarla ante su público, a ofrecer algo con un sentido concreto y capaz de mostrarse tal como piensa detrás de todos esos alter-egos y delirios propios de una estrella. Frases como, “hay que ser muy ingenuo para pensar que yo estoy aquí solo por la música“, “lo único que he hecho para triunfar ha sido seguir los cánones del sistema, hablar de coches caros, culos gordos, fajos grandes…”, “soy una persona obsesionada con el poder”, “yo vivo del espectáculo y vosotros vivís en ese espectáculo”, “todavía no me he salido del todo con la mía, pero con la destrucción del Ídolo sí que me voy a salir realmente con la mía”. El concepto del ídolo fue algo de lo que habló en varias ocasiones, la construcción y la destrucción de ellos, la fabricación de los mismos, los auténticos ídolos y los falsos ídolos. Puede que todo este rollo pseudo filosófico con ramalazos de mercadotecnia sea pura basura milenial para muchos, pero lo que es irrefutable es lo que Tangana ha conseguido con esa visión, y eso es algo que quedó más que patente después de la demostración de poder ejecutada esa noche en Barcelona.

+ INFO: C.Tangana + Sticky M.A. / 2 marzo 2018 / Sala Razzmatazz (Barcelona) / Precio : 22 euros

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