Un número reducido de pasajeros, destinos exclusivos o programas de actividades sorprendentes son algunas de las diferencias que podemos encontrar entre estos cruceros y los que estamos acostumbrados a ver en cualquier puerto del mundo.
En los últimos años cada vez es más normal encontrarnos con conocidos que han disfrutado de un crucero en sus vacaciones, y ha sido precisamente esta democratización la que ha hecho que el sector del lujo se plantee una oferta diferente para aquellos que lo puedan pagar.
Esta compañía, con sede en Hong Kong, ha sido elegida durante 17 años como la mejor empresa de cruceros de lujo del mundo y esta especializada en proporcionar a sus visitantes una experiencia exclusiva.
La Crystal Cruises posee una flota de tres barcos, dos de ellos de tamaño medio (mil pasajeros) y el tercero en el segmento superexclusivo de los mega yates con una capacidad de no más de 62 pasajeros.
Este último barco, el Crystal Esprit, es un ejemplo de lujo siendo el único crucero del mundo equipado con un submarino biplaza.
Esta compañía se distingue por sus buques con capacidad para 450 y 604 pasajeros respectivamente, ofreciendo una atmósfera de “yate” con itinerarios que visitan puertos, donde otros buques no pueden llegar. Con una gastronomía elaborada por la “Chaine des Rotisseurs” y sin turnos de restaurante, incluye desde las bebidas hasta las propinas en el precio. Un viaje de ensueño para los que se lo puedan permitir.
Por ejemplo, el Seabourn Encore, el último barco en sumarse a la flota de esta compañía, ofrece rutas con precios que rondan los treinta mil euros el trayecto.
Su oferta se centra en barcos íntimos que ofrecen experiencias exclusivas. Las ocho embarcaciones de lujo de Silversea fueron diseñadas para aquellos que buscan la emoción del descubrimiento mientras miman cuerpo y mente en los entornos más espléndidos e imaginables. Todos los barcos constan de suites amplias con vistas al mar, servicio de mayordomo y la mayoría de ellas cuentan con balcón privado.
El tamaño de la flota de Silversea permite navegar por estrechas vías hasta el centro de una ciudad, o echar marras en el muelle cuando otros deben anclar lejos de la costa.
Además, ofrece expediciones por la Antártida, el Ártico a bordo del Silver Explorer y las Islas Galápagos a bordo del Silver Galápagos, y la Micronesia a bordo del Silver Discoverer.
La expresión yachting no es solo una cuestión de tamaño, se describe como un estilo de vida a bordo marcado por la importancia de la intimidad y el glamour. SeaDream Yatch Club se distingue por ofrecer la privacidad de un yate solo para 55 parejas, donde todas las estancias son suites exteriores equipadas con productos de tocador de Bvlgari y sábanas del mejor lino belga. Un ambiente íntimo y selecto con una cuidada oferta gastronómica, dónde vinos, licores y propinas están incluidas en el precio. SeaDream ofrece la exclusividad de un crucero y la privacidad de un yate.
Esta línea de cruceros especializada en la Polinesia francesa (es la única autorizada para navegar en el Océano Pacífico) ofrece la exploración de una de las zonas más vírgenes del mundo. El ambiente relajado e informal, así como el lujo y la calidad del servicio, hacen de esta compañía una de las mejor consideradas en este tipo de viajes.
