Concierto de Natos y Waor

Con el cartel de sold out colgado hace semanas y la promesa de que los conciertos de Madrid y Barcelona para la gira del Cicatrices iban a ser históricos, Natos Waor cumplieron con creces la expectativas realizando un show de rap de primer nivel contenido en dos horas de actuación en las que no pararon de ofrecer su movida con pasión pero sin compasión. Pero antes de que el dúo formado por Gonzalo Fernando comenzara a hacer de las suyas sobre el descomunal escenario del Club Sant Jordi, fue Fernando Costa el encargado de abrir la noche y calentar (sobradamente) a un público que esa noche estaba dispuesto a dejarse la vida y partirse el alma con los llamados Hijos de la Ruina.

El mc de Ibiza llegó para demostrar su valía y así lo hizo. Desgranando alguno de sus hits más sonados, MalamaneraBarco A La Deriva o Dynamo por nombrar algunos, Fernando vino de sobras preparado (y aún mejor acompañado) subiendo al escenario a Dollar, con el que se petó ese temazo llamado Chacho, a Denom, con el que escupió su Danger, en incluso a los Sacrificio y Pasta, con los  que se marcó un Fratellos apoteósico, demostrando que él es el auténtico capo del rap Balear. A los platos nos honró DJ Blasfem ofreciendo una clase magistral de sonido y beats formando el tándem perfecto con un Fernando Costa que se atrevió incluso a capella. Media hora, no le hizo falta más para poner un Club Sant Jordi lleno hasta la bandera rendido a sus pies y más que preparado para disfrutar de una noche que debería formar parte de los libros de historia.

Empezando con dos temas de su vieja época, saliendo el primero a escena Natos para hacer su cacho todo guaperas con un estilazo que hacía vibrar el estadio entero, seguido de un arrollador Waor con su elegante chándal y su inseparable gorra, a la tercera ya nos estaban clavando el Problemas de su Martes 13 poniendo a los 4.500 feligreses allí congregados más a tono que unas castañuelas en feria esputando cada letra y cabeceando cada ritmo como si no hubiera un mañana. Anunciando que iban a estar rodeados de algunos de sus colaboradores más sonados, fue una pena no poder contar con Maka en Caminaré y se echó muchísimo de menos a Costa (al parecer tuvo un accidente en  un pie) en Autodestrucción y RocknRollas, el primero de ellos en subirse al escenario fue Arce con el que se hicieron Gloria, más tarde salió Denom con el que se marcaron Alfa y Omega también del Martes 13, llamaron de nuevo a Fernando Costa quien también tuvo un hueco sobre las tablas junto a los indiscutibles Reyes del Underground y ya casi para finalizar nos llegó el turno de disfrutar del delicioso registro de  Malena (a.k.a. NIC),  quien bordó la colabo más especial y bonita de la noche con Calavera No Chilla.

Pero si tenemos que hablar de colaboradores estelares y momentos inolvidables de la noche, no nos podemos dejar a Recycled J. El tercer hombre tras los Hijos de la Ruina y con el que se cascaron varios temas petándolo de la manera más increíble posible. Haciendo honor al Cicatrices nos regalaron Pecados y Ey Mama, y de su proyecto conjunto (HDLR2) cayeron nada menos que Carretera y Speed. Pero la cosa no quedó ahí y Jorge no dudó en soltar su preciado Arizona, tema incluido en su Oro Rosa y en el que colaboran Natos y Waor componiendo un hit inmenso en el que, sin desmerecer a los que se encontraban sobre las tablas, se echaron de menos las armas de Selecta 33

Obviamente, los temas más esperados de la noche eran los contenidos en su último y mejor trabajo hasta la fecha. Del Cicatrices, llamado a ser el mejor disco de rap del año y posiblemente de la década, no pudieron eludir ese re-póker de ases compuesto por PiratasCicatricesBicho Raro y Generación Perdida que el público cantó a pleno pulmón (tal y como hizo durante toda la noche) elevando la experiencia hasta límites insospechados.

Como momentos más emotivos (grabados a fuego para toda la vida en nuestras cabezas y nuestras retinas) quedó ese impresionante A Corazón Abierto, en el que pidieron a todo el mundo que encendiera las luces de su móvil o pusieran el mechero en alto para ambientar de manera ideal el tema, y sin duda la petada final extrema con todos los colaboradores sobre el escenario para soltar (BarcelonaEs Como La Cocaína, al más puro estilo rave desfasadísima con todo el mundo botando y volviéndose loco a un volumen descomunal, sin olvidarnos de ese momento tan especial como necesario en el que Natos y Waor se hicieron su obligado a capella.

De la actuación del dúo al micro cabe destacar sobremanera la visceralidad con la que ejecutan sus temas en directo superando con creces lo mostrado en estudio. Como claro ejemplo tendríamos esas estudiadas subidas de intensidad en algunas frases finales haciendo botar como posesos a los presentes. Algo que es un clásico en el rap y que sigue funcionando a las mil maravillas a la hora de poner al público en lo más alto del listón y que en las manos (voces) de Natos y Waor se convierte en un arma de destrucción masiva dentro de un recinto petado por 4.500 fans dispuestos a disfrutar y a emocionarse hasta la saciedad con sus crudas, emotivas y callejeras rimas en las que muchos nos hemos visto y nos vemos sumamente identificados.

De la puesta en escena me gustaría rescatar los cañones de humo a presión que pusieron delante del escenario, utilizados sobretodo en los cortes más fiesteros, los cambios de vestuario que fueron haciendo ambos, momento foto mental cuando Waor salió con su chupa parcheada con los logos de The ClashHardcoreTrojanSkinhead y Segismundo Toxicómano, y sobretodo esa estructura en 3D en forma de calavera mastodóntica presidiendo el escenario desde lo alto, en la cual iban proyectando visuales de lo más flipantes y alucinógenas que incluían desde cenefas de colores en movimiento hasta caras de personas.

Más allá de facturar un espectáculo de altos vuelos y mantenerlo a flote, en que el que no decayó ni la calidad ni la intensidad en ningún momento, conseguir llenar un recinto al alcance de muy pocos dentro dentro del rap nacional, logrado únicamente por Doble V y por Kase O hasta la fecha, poner el precio más barato (15 euros) al que jamás pagarás por un concierto en el Club Sant Jordi, además de regalar más de 50 sudaderas y camisetas que se encargaron de tirar al público durante la espera entre el telonero y el plato principal, hay que reconocerles el mérito, la valentía y el trabajo bien hecho a la hora de ofrecer un espectáculo de primer nivel autogestionado. Señor@s, se puede.

+ Info: Natos y Waor + Fernando Costa / 14 de abril 2018 / Club Sant Jordi / Precio : 15 euros (más gastos)