Cine y videojuegos. ¿Quién copia a quién?

Cine y videojuegos
¿Quién copia a quién?

La respuesta es bien fácil de responder: ambos se copian mutuamente. No es una nueva tendencia, ni mucho menos, pero sí parece haberse hecho más evidente últimamente.

434231bEn el lado de películas basadas en videojuegos tenemos ejemplos desde los 90 hasta la actualidad. Algunas, de escasa calidad –y suponemos que presupuesto también- como podrían ser DOA: Dead or Alive o Super Mario Bros; otras, algo más exitosas, como Lara Croft: Tomb Raider –aunque quizá le debamos parte del mérito a Angelina Jolie y su gran atractivo- y la saga de Resident Evil, con no pocos seguidores. Bien es cierto que la modesta promoción de las películas basadas en videojuegos que se han hecho hasta la fecha no ha contribuido a su visibilidad y mayor o menor éxito, pero cuando uno se pone a investigar y dedicarles tiempo descubre que una buena parte de ellas no contribuye a honrar a ninguno de los dos géneros –cine y juegos- o están hechas con animación, lo que, queramos o no, reduce el público al que le va a interesar.

En el otro lado del tatami tenemos los videojuegos con claros elementos cinematográficos. Uno de ellos a los que se han sumado todos los títulos que van a ser estrenados/presentados son los tráiler, pues al igual que pasa con las películas, ayudan a mostrar lo mejor del juego y, seamos sinceros, a venderlo. Otro de los elementos que más acercan videojuegos y películas son las cinemáticas, y un característico ejemplo de ello es la saga Final Fantasy. Es algo a lo que se han sumado títulos como The Order –aunque hay que decir que este juego se acerca también más a una película por la exquisita calidad visual que invade todo el juego- y que no ha estado exento de crítica. Esto nos lleva al eterno debate de aquellos que defienden el “yo he venido aquí a jugar” y rechazan cualquier cosa que no sea eso y los que disfrutan con escenas de “manos libres” en las que simplemente nos dejamos invadir por la historia. Pero eso ya es otro tema.

Toda esta reflexión viene por el estreno de la película Warcraft –adivinad qué videojuego adapta- y el atractivo de su tráiler. A primera vista parece contar con un presupuesto bastante decente, nivel en lo que a animación y efectos especiales se refiere y personajes característicos para todos los jugadores, sean de WoW o no. Sobre el guión ya hablaremos después de su estreno, pero por el momento incita a ver la película.

Por una parte, siempre he apoyado la interrelación entre las diferentes industrias –cine, música, literatura, videojuegos- ya que se enriquecen y proporcionan recursos; suponen un pequeño aire de novedad e innovación. Sin embargo, también temo que la adaptación de videojuegos a películas se convierta en una tendencia creciente hasta crear una costumbre; porque ello significará lamentablemente que surgirá una nueva forma de hacer negocio rápido y fácil…y, probablemente, de escasa calidad.

@InaRin7

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