Estamos tan acostumbrados a nuestro día a día, a nuestra casa, que no somos conscientes de la cantidad de diferencias que podemos encontrar en una vivienda media alrededor del mundo. Esta es una de las razones por las que cuando viajamos a países lejanos, el choque cultural es brutal. Y para evitar esta situación aquí os mostramos algunos ejemplos de como vive el resto del mundo.
Los cambios en las tradiciones no se ven únicamente en la gastronomía o en la religión, sino que también se pueden apreciar grandes contrastes culturales si nos adentramos en el interior de diferentes hogares repartidos por el planeta tierra. Desde Habitissimo nos muestran las diferencias más grandes que se dan en las principales estancias de una casa, dependiendo de en qué región del mundo se encuentre.
Dormitorios
Dejemos a un lado conceptos como riqueza y pobreza, que ya, a priori, marcarán sustancialmente el interior de un dormitorio. Si nos centramos en aspectos como la funcionalidad, podemos darnos cuenta de que un dormitorio es un lugar en el que poder descansar. Sin más.
Los países occidentales parecen haberse olvidado de ello, pues además de la cama (que todos acordaremos que es lo único que se necesita), los dormitorios intentan captar la esencia de la persona que en ellos duermen, en forma de decoración extra en paredes y suelos. Es una reivindicación de la propia personalidad. Y en algunas ocasiones una demostración de la opulencia y la vanidad.
En el otro extremo encontramos habitaciones mucho más sencillas, que en la mayoría de veces no cuentan ni con lo esencial para poder descansar.
Dormitorios infantiles
Cuando echamos un vistazo a cómo es un dormitorio infantil ‘estándar’, según el país en el que te haya tocado nacer, las desigualdades se hacen más latentes. Y aquí el dilema ético es incuestionable. En países como China, Nepal o Senegal las condiciones en las que viven muchos pequeños son precarias, mientras que en Japón o Estados Unidos encontramos su antítesis, bonanza y exhuberancia.
El baño
El baño es, sin lugar a dudas, la estancia del hogar en la que más diferencias encontramos a lo largo y ancho de nuestro planeta. En los países con un índice rural más importante no se tiene el inodoro dentro de casa y en muchas ocasiones no cuentan ni con eso. Lo contrario lo hallamos en naciones como Estados Unidos, donde se cuenta con comodidades como suelos radiantes, estufas o toalleros calefactables para no pasar frío.
Las cocinas
Rutinas de sueño y aseo pueden ser determinantes para configurar estas estancias en los distintos países, pero, en el caso de la cocina, la tradición aún crea más diferencias. Los países menos desarrollados han mantenido estas tradiciones con cocinas rudimentarias que se alejan por completo de las más occidentales, habitualmente más modernas. La comodidad también es importante, así, quizá notáramos bastante la diferencia de cocinar en una gran chimenea de leña en vez de hacerlo en una placa de inducción, sin mencionar que conservar los alimentos en una nevera siempre es mucho más recomendable para nuestra propia salud.
Arquitectura de cada país: la seña de identidad
Si ya encontramos diferencias en las viviendas típicas de nuestra propia geografía, como, por ejemplo, entre un cortijo andaluz y un pazo gallego, las que se encuentran entre las viviendas de diferentes regiones del mundo puede ser abismal. Las condiciones climatológicas de cada lugar son determinantes, no será lo mismo una vivienda en los Alpes que en las costas de Marruecos. No obstante, también es importante los materiales locales. Recordemos que este tipo de viviendas tradicionales suelen construirse con aquellas materias primas que son más fáciles de conseguir. Así, en las montañas de cualquier región del mundo, las casas tenderán a usar materiales como piedra, barro y madera, mientras que en zonas costeras se usarán materiales un poco más ligeros como el cañizo o las palmeras. Sea como sea, quizá en estos exteriores sea dónde podemos acusar más las grandes diferencias y la belleza de esta diversidad arquitectónica en nuestro planeta.
