Dulce hipocresía social
“Las sociedades deberían evolucionar o al menos dar paso a nuevas mentalidades y formas de actuar. Falsedad de los autodenominados progresistas que no ven los hechos en sus carnes, pero son capaces de opinar.
Los Oscars ya han pasado y como siempre ha dejado sorpresas, aunque lo que aquí voy a destacar es el premio a la mejor película de habla no inglesa. Esta vez el premio se va hacia Chile, de la mano de Sebastián Lelio con Una mujer fantástica.
Antes de ponerme crítico con la película, quiero hacer mención especial a la persona que me la recomendó, no la voy a nombrar directamente pero cuando lo lea, seguro que sonríe.
Entrando en materia, la película nos cuenta el amor entre una mujer transexual y un hombre mayor que sufre del corazón; donde tras una noche loca el hombre muere y la chica transexual tiene que sufrir las consecuencias, porque ella lo ama.
Muchos a priori, no estaréis seducidos por la temática, pero el avance del film es una visión clarividente del sentimiento de repulsión que la sociedad todavía conserva y de cómo lo castizo siempre se impone a lo emergente.
Una mujer fantástica es un golpe en la mesa del colectivo LGTB, que siempre ha estado a lo sombra de opresores y que ahora está encontrando su voz en el séptimo arte.
Esta película pone tus emociones a flor de piel empatizando con el personaje y acercándote problemas que en tu parecer ni imaginas; porque algo que responde muy bien esta película, es a la incógnita del pensamiento transexual y la misiva de que todos amamos sin importar nada.
En resumen, esta película no es de las que van a anunciar a bombo y platillo, porque no te va a llenar los cines; pero si te abre la mente y mucho más importante, te hace empatizar y darte un vuelco al corazón.
“Las emociones son la razón por las que se mueven las personas”
