Blog de cine: Peppermint, morir o matar de aburrimiento al espectador

 

¡Madre mía lectores, madre mía!

Esta semana pasada he vuelto a experimentar orgasmos cinematográficos y como no, arcadas de película; y es que he tocado el cielo (exageradamente) cuando me sorprendió la narrativa de Searching…y la emotividad y el desgarro de The Riderpero rocé la náusea cuando decidí ver Matar o morir. Peppermint.

AVISO a partir de aquí va a ser una danza afilada de espadas desvirtuando imperativamente el film.

No llevaría ni diez minutos de película y mi cabeza ya dijo, “Yo esta película ya la he visto” y es que me imagino la reunión con la productora:

_Tengo una idea súper buena

_Te escucho…

_Vamos a hacer una película donde matan a la familia de un personaje y este decide vengarse.

_¿En serio? La filmografía de Steven Seagal y semejantes está llena de ese tipo.

_Lo sé, pero va a ser una mujer. Una mujer guerrera que ríete tú de Beatrix Kiddo.

_¡Oh sí! Empoderar a la mujer, seguro que eso al público lo motiva.

NO querido público, el espectador no se traga cualquier cosa, pues esta obra anodina y convencional es la manera artística de tirar el dinero y de dañar el currículum de actores que quieren ser algo en la industria. Una película, que en mi opinión ya fracasa en su nombre Peppermint¿¡En serio!?  y conforme va evolucionando sigue cayendo en el pozo de lo que todo el mundo se espera.

Película elaborada con toda la pereza posible de un director que le llegan encargos rechazados por otros, el cual no sabe aplicarle un estilo propio y solo copia burdamente a sus predecesoras haciendo que los films antiguos aumenten su valor.

Sin ninguna credibilidad, con menos sutileza que un neurocirujano con párkinson; su heroína, la cual no tiene madera de personaje de acción, se adentra en un mundo en donde ella y el film se desvirtúan plano a plano. 

Enemigos que se ponen en fila esperando como en una carnicería a la muerte, golpeados y disparados como patos de feria sin ningún tipo de oposición, ante una protagonista que pasa de mama dulce y genial a exmarine retirada con conocimiento sobresaliente en estrategia militar, manejo de armas nivel Chuck Norrisy fiel discípulo de Shun Tzu. Vamos que ni dándole pie a la ficción me creo lo que me quieres contar.

Momento a momento se vuelve más desagradable, soporífera y problemática para el espectador. Un escupitajo a los ojos del que mira que junto a la caracterización nefasta y paupérrima te hacen añorar el hecho de hacer una buena siesta. Con trasfondo político tan tóxico y feo, que no te dan ganas de recibir ninguna recompensa moral ni emotiva, solo te queda la cara de indiferencia y el desagrado.

Y termino mencionando la mejor crítica que he visto sobre ella:

“Se hace evidente que la película acaba aceptando ser una mediocridad llena de clichés, algo que se podría predecir del póster”

No perdáis vuestro tiempo en ella.