“Cuando el poder del amor llega a tu vida, esta queda patas arriba; cuando piensas que nada te va a sorprender, aparece esa persona que te cambia tu perspectiva vital.”
Esta película del creador de “Everest” nos refleja una historia ocurrida en la realidad y que, a mi parecer, es de lo poco atractivo que tiene este film.
Cutanda desenvaina.
Empezando por lo único bueno, decir que la dirección en alta mar es muy realista y los efectos catastróficos marítimos son de una crudeza muy empática; pero también añadir que, para ser del género terror marítimo, es floja en su evolución.
Menudo dinero más mal invertido; con una narrativa plana sin apenas giros que te hagan agarrarte a la silla, la historia evoluciona con una idas y venida del presente a flashback del pasado, aunque decir que el último giro en los cinco minutos finales te sorprende. Anodina evolución de su trama, se hace todo muy previsible y sencillamente, ya sabes el final antes de conocer nada de los personajes.
Con una historia muy buena que contar, la dirección debida para contarla no es la adecuada, ya que el espectador nunca llega a conectar con la psique que tiene la protagonista, ni empatiza con la hazaña de los protagonistas. Se te embauca en una ficción, que nunca deja de ser eso una ficción sin intención de hacer verídica la historia.
Usando la palabra “innovador” añadir el nuevo formato film para contar historias de amor, según he visto en este film existe el amor en la catástrofe y esto me gusta.
También decir que el poder dominante de la mujer en este film, como la heroína que “salva” al hombre, marida muy bien con la actualidad mundial y con el rol social cambiante de la mujer.
Con mi humilde opinión y afirmando que lloré al final de la película, debo decir que es perfecta para ver con tu pareja y conseguir que se te abrace melancólicamente.
